28.11.12

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XLII): THE ABCS OF DEATH


26 Letras, 26 directores encargados de definir un abecedario de la muerte que va de la A de Apocalipsis a la Z de Zetsumetsu (y no me pregunten qué significa el término japonés porque lo he buscado y sólo me salen cosas de Dragon Ball). La idea es estupenda y el resultado también, al menos en general. 26 piezas cortas de 4 minutos implica que lo breve siempre es llevadero y que quizá la acumulación continuada acaba por saturar un poco, no lo negaremos. De todas formas, el carácter gamberro de la mayoría y la frescura que emana en general son valores a tener en cuenta, y más cuando la gran mayoría de los episodios supera la media. Eso es lo que busca, ya que también supone un ambicioso catálogo de directores jóvenes. Yo me quedo con los de Vigalondo, las demencias japonesas y T is for Toilet, la pieza animada de Lee Hardcastle, por cierto.

REGRESAR A THORGAL Y DISFRUTAR COMO ANTAÑO

"Llegué a Thorgal sin ser demasiado consciente de ello. Mi padre, aficionado a la fantasía heroica y la capa y espada (Conan y Príncipe Valiente eran sus lecturas, junto al terror de la Warren), debió comprar el tercer álbum, editado aquí por Distrinóvel (que publicó los cinco primeros). Releí Los tres ancianos del País de Arán un montón de veces, que es lo que pasa con los tebeos que caen en tus manos cuando eres joven y no puedes acumular lecturas. La colección prosiguió en España de la mano de Zinco con otros cuatro álbumes de los que tuve un par (La caída de Brek Zarith y Alinoé). Y así, con la continuidad salteada y luego interrumpida, sobreviví hasta que Norma reemprendió la saga (y luego fue cubriendo mis huecos con la reedición de los primeros álbumes). Fue entonces cuando me convertí definitivamente en seguidor entregado de esta estupenda aventura."
Lo de arriba es un fragmento del texto que he escrito sobre Thorgal en Gencomics. Un texto fruto del impulso de habérmelo pasado bastante bien, cuando no me lo esperaba, tras leerme los últimos álbumes de este clásico de la historieta francobelga de aventuras. Se puede leer aquí.

 

24.11.12

HISTORIA SAGRADA Y APOCALIPSIS POP EN LA ERA ATÓMICA


Antes que nada, debo declarar que una de las iniciativas editoriales que me tiene robados cerebro y corazón lleva el sello de Diábolo Ediciones y se dedica a recuperar, vía Fantagraphics, esa edad más atómica que de oro que sacudió el tebeo norteamericano tras la Segunda Guerra Mundial. Four Color Fear es una gozada imprescindible para cualquier persona interesada en el terror precode más genuino y subterráneo, y lo mismo puede decirse de Strange Suspense, el primer volumen de los Archivos Steve Ditko; bueno, y del segundo también, aunque en sentido contrario, ya que Mundos Inexplorados muestra los efectos primeros de la censura del Comic Code (y es divertidísimo). Luego están, más recientes, los dos tomos dedicados a Alex Toth y Bernard Krigstein, que aún no tengo en mis manos (y mi biblioteca lo nota; ya saben qué regalarme en Navidad).


En realidad, yo venía a hablar del que queda por listar de los seis imprescindibles de Diábolo, pero es que son tebeos tan maravillosos que lo realmente justo sería recomendarlos cada semana. El que quedaba por listar es La Biblia de Wolverton y no es exactamente un cómic sino un libro de ilustraciones, y con La Biblia como tema, claro, pero dejen que les sitúe un poco.


Descubrí a Basil Wolverton muy pequeño, casi sin querer y sin saber quién era realmente a través de unas pocas y esparcidas historietas de ciencia-ficción y horror de los 50 publicadas como complemento en los tebeos de Vértice.


No puede resistirme a escanear El ojo de la Muerte, por ejemplo, o compilar las primeras viñetas de muchas de ellas. Eran escasas y te topabas con ellas de vez en cuando, y establecí conexión entre ellas no sólo porque aunque no se acreditaba su firma estaba en algunas viñetas, sino también porque tenían algo especial y muy poderoso. Me parecía tremendamente moderno y viejo a la vez, algo muy raro. Luego, cuando en El Víbora empezaron a editar a Burns y cosas alternativas americanas, percibía el rastro de Wolverton, y más cuando en la Historia del Cómic editada por Toutain (creo que fue allí) me explicaron quien era exactamente y su condición de influencia gráfica para el underground americano. Aunque en realidad casi nunca se señalaban esas historietas de terror sino el tebeo humorístico y alocado Powerhouse Pepper, y sobre todo sus caricaturas de rostros de fealdad absoluta realizados para la revista MAD, y que hoy forman parte de la cultura pOp estadounidense con mayúsculas.


No deja de ser curioso y muy sorprendente que Wolverton, referencia inexcusable como influjo del underground y retratista de la fealdad slapstick, fuera una persona de profundas convicciones cristianas. Tanto que el trabajo al que dedicó más años de su vida (30) fue a las ilustraciones de La Biblia que publicaba en las revistas de la Worldwide Church of God del radioevangelista Herbert Armstrong, una de esas iglesias cristianas de la América profunda. Suena extravagante y bizarro, verdad, pues lo es más porque Wolverton no traicionó su estilo. No sólo eso, como inicio a su obra religiosa puso dibujos al Apocalipsis de San Juan en la que es, en mi opinión, la representación del Fin del Mundo más inquietante del siglo XX, por pOp e hija de su tiempo. 1954. Plagas, muerte, destrucción y violencia con especial atención en los rostros de una humanidad contaminada y presa del pánico atómico-religioso dibujadas como si su destino fuera un tebeo de terror precode y no una revista religiosa como The Plain Truth.


Del mismo modo, la nutritiva imaginería gráfica de Wolverton convierte el Viejo Testamento en lo que realmente es, un relato que combina la maravilla con la pesadilla, lleno de rostros feos y ruines en un mundo sometido a un Dios violento y vengativo. Algo sorprendente si tenemos en cuenta que uno de sus principales destinatarios eran los niños y familias suscritas a las publicaciones cristianas de la Worldwide Church of God. La antítesis de la infantilización kitsch propia de la Historia Sagrada para infantes.

 Esto no es La Biblia de Wolverton

Esto sí es La Biblia de Wolverton

El tomo editado por Diábolo reproduce con la misma calidad la versión de Fantagraphics (que yo ya tenía por casa, claro) en formato ligeramente más pequeño, se complementa con nutrida información sobre la vida y obra de Wolverton e incluye un anexo con sus ilustraciones humorísticas para revistas cristianas que permiten comprobar cómo nuestro hombre no hacía distinciones entre éstas y su trabajo para MAD.
La gente civilizada guarda sitio a La Biblia en la mesilla de cama. Yo les imito desde que tengo las visiones bíblicas de Wolverton en mis manos. La razón: erradican los dulces sueños.



23.11.12

HUMANIZAR A TRAVÉS DEL CÓMIC


En Gencomics acabo de publicar una entrevista a Jaume Sanllorente y Susanna Martín, es la versión íntegra y traducida del catalán. Fragmentos de audio originales, editados, sirvieron para el espacio de cómic del Cabaret Elèctric del pasado martes (se puede escuchar aquí). El motivo es Sonrisas de Bombay, novela gráfica editada por Norma que adapta el libro en el que el fundador de la ONG Sonrisas de Bombay explica cómo un viaje a La India le cambió la vida. Más allá de la novela gráfica en sí, cuya mayor virtud es que sortea muy bien los riesgos de la sensiblería dramática gracias a su perspectiva optimista y su condición paralela de cuaderno de viajes, la charla me pareció interesante por algunas cosas que se apuntan, como la importancia del humor o la fuerza del cómic como herramienta para humanizar a un personaje real mistificado por su condición de responsable de una ONG humanitaria. Se puede leer aquí.

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XLI): SEVEN PSYCHOPATHS


Es curioso como algo que hace unos años, unos cuántos ya, hubiera sido rematadamente nuevo, es hoy lugar frecuentado y casi un género en sí mismo. Esta observación, por otro lado, no quiere decir gran cosa, porque que algo no sea nuevo (aunque lo parezca) no quiere decir que sea malo o que puntúe a la baja, esa es otra batalla de la que estos Siete Psicópatas sale bien librada porque es muy divertida y tiene grandes momentos; pero me vino a cuento durante la proyección. ¿En qué momento se puede empezar a trazar el nacimiento y perfeccionamiento de lo que ya es un género (híbrido) en sí mismo? De manera popular se habla de “película tarantiniana”, adjetivo útil porque lo entendemos, pero no siempre adecuado y demasiado personalizado. Además, igual la estoy cagando al escribir todo esto porque me acabo de levantar, son las seis de la mañana y no he visto In Bruges (Escondidos en Brujas), la anterior película de Martin McDonagh (pese a que me la han recomendado en varias ocasiones). Seven Psychopats es una película coral (con Colin Farrell, Sam Rockwell, Woody Harrelson, Christopher Walken o Tom Waits, nada menos); posmoderna por autoconsciente (el protagonista es guionista de cine y el argumento de la película mezcla lo que sucede con uno de sus trabajos); frenética y saltarina en los requiebros de su guión; que toma el thriller moderno como punto de partida para lo que en realidad es una comedia negra (negrísima), violenta, incorrecta, amiga del matiz grotesco o absurdo (el secuestro de perros,por ejemplo); generosa en subtramas (la biografía de parte de los siete psicópatas del título); y muy juguetona con diversos arquetipos de la cultura pOp (el gángster excéntrico, el desierto, la geografía humana de California, el psicópata como mito, la violencia como estética). Todo conforma un molde reconocible que al mismo tiempo permite la sorpresa y el disfrute. Yo, al menos, salí encantado. Quizá pierde algo de fuelle en su tramo final, cuando se desenreda y reposa, pero la propia autoconsciencia del filme advierte de ello en boca de su narrador (“ahora es cuando la historia se pone aburrida”) y el que avisa no es traidor. Además, qué coño, Christopher Walken está en su salsa y eso no tiene precio.

16.11.12

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XL): HOTEL TRANSILVANIA


Si bien uno puede intuir que algo mustio palpita en el cine comercial contemporáneo, probablemente sea el largo y duradero boom de la animación lo que arroje mayores luces de esperanza. Vale, los niños siguen yendo al cine (probablemente porque los padres no tenemos más remedio que llevarlos) y año tras año una peli de dibujos o una serie de televisión se alza entre lo mejor y más destacado de nuestras preferencias. Lo malo es que levanta una esperanza cinéfila que en ocasiones olvida que por mucho nivel de lectura, lo importante, en una peli de dibujos destinada a los menores, el componente lúdico es lo principal. Digo esto porque a Hotel Transilvania se le pueden poner todos los peros que se quiera por lo que atañe a su simplicidad argumental, y es que de hecho la historia que se explica es mera fórmula para justificar la velocidad del cartoon de toda la vida, ese ir y venir alocado, sin contemplaciones y salpimentados de los necesarios garrotazos. Y junto a eso, una directa recreación cómica y entrañable de los monstruos clásicos de toda la vida, los Frankenstein, Drácula, Hombres lobo, vampiresas, momias, zombies, hombres invisibles y demás seres entrañables. Hotel Transilvania tiene el sello de Genndy Tartakovsky, uno de los renovadores de la animación contemporánea gracias a series como Las supernenas, El laboratorio de Dexter o Samurai Jack, obras que, de hecho, le emparientan más con la animación clásica (revisitada con estéticas retromodernas) que a la sensibilidad habitual de Píxar. Pero, sobre todo, lo que le gana a Hotel Transilvania un rincón en mi corazoncito es su carácter de anacrónico homenaje al espíritu del Famous Monsters de Forrest J. Ackerman. Así que mejor dejar a los monstruos cerca de nuestros niños.

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXXIX): EL BOSC


La nueva película de Óscar Aibar es, de nuevo, una de las piezas más singulares del cine español reciente. Y aún así no está sola, como digo, porque si repasamos la especial filmografía de su director nos topamos, por ejemplo, con esa pequeña maravilla que es Platillos Volantes. El bosc (El bosque) propone el sorprendente maridaje entre nuestra Guerra Civil y la ciencia ficción de clave fantástica adaptando un relato del escritor Albert Sánchez-Piñol. Soy de quienes esbozan una mueca de disgusto cuando alguien acude al manido tema de que el cine español sólo habla de la Guerra Civil. Coño, pues claro. Es reciente, permite la violencia, hay drama, hay guerra, hay buenos, hay malos, hay polvo, tragedia, hay anarquistas, falangistas y hasta guiris aventureros. Todo mimbres útiles para explicar grandes historias, aunque no siempre se consiga el resultado. Eso sí, reconozco que tenemos un debe muy grande con el tema porque en el 99% de las ocasiones se centra en el drama realista/costumbrista y casi nunca hace acto de presencia el espíritu pOp. ¿Dónde está ese western polvoriento? ¿Esa historia de horror y sangre desmelenada? Los hay, pero se pueden contar con los dedos de la mano y por eso El bosc se convierte en una admirable singularidad cuando introduce en la ecuación de la Guerra Civil un elemento tan extraño como un portal dimensional que traslada a otros mundos. Eso permite cosas como la presencia de las frutas más extravagantes que ha dado el cine español, pero también una fascinante mirada rural a lo incomprensible, con esos “Besugots” (besugotes) con que se definen otras vidas. Y es que la película tiene otra virtud en su versión original: el uso dialectal del catalán de la Franja de Ponent (la parte aragonesa donde se habla un catalán muy especial, el xapurrejat que dicen). Normalmente el catalán utilizado en el audiovisual no se aferra a la realidad y suele carecer del impulso de lo coloquial. En El Bosc sucede todo lo contrario.

14.11.12

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXXVIII): THE LAST WILL AND TESTAMENT OF ROSALIND LEIGHT



¿Quieres saber cuál fue la peor película que vi en Sitges? Pues esta. Y no sólo la peor, también enervante. Pretendida (y pretenciosa) peli de fantasmas, la cosa va de un hijo que se instala en la casa de su recién muerta madre, aunque una vez allí poca cosa más pasa. La cámara no para de recorrer durante minutos y minutos las recargada decoración del lugar (entre lo bizarro y lo kitsch, tanto que se antoja un museo raruno prestado para la ocasión, una bestia rara que se intuye por ahí y una mal esbozada historia sobre un culto a ángeles de piedra que además apenas se apunte. Y venga a recorrer la casa una y otra vez, entre el sopor, para descubrir que más que una historia de fantasmas muy nostálgica es una historia sobre hijos que no soportaban a su madre incluso cuando ésta ya ha muerto.

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXXVII): A FANTASTIC FEAR OF EVERYTHING


Escrita y dirigida por Crispian Mills, el líder de los Kula Shaker (que acabo de ver que además es hijo del director y de la protagonista de la apreciable Twisted Nerve), a Descabellado miedo a todo (traducción más o meno literal del título) no se le puede negar su voluntad pese a no ser nunca una peli redonda. Se agarra a la tradición de la comedia negra británica, esa que tantas alegrías nos ha dado, pero con cierta impericia porque es complicado que funcione durante hora y media cuando se es una película modesta, soportada en buena parte por un único actor (Simon Pegg, por fortuna) y ambientada en tres escenarios: un apartamento, una lavandería y su sótano. Es difícil no mostrar simpatía pese a la teatralidad del conjunto y es justo destacar el empuje inicial, con ese estupendo retrato de paranoia agorafóbica e incluso el cuento infantil insertado (el protagonista es escritor). Por desgracia, el aburrimiento colea por ahí y apenas me provocó grandes carcajadas (aunque sí sonrisas), quedando así a medio camino de la comedia británica y negra que prometía ser.

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXXVI): SINISTER


Ya estrenada comercialmente (este año el retraso de mis crónicas ha sido crónico, y perdonen la reiteración) es una historia de fantasmas y maldiciones de las de toda la vida bien revestida de contemporaneidad estética. Como cuento de miedo clásico tenemos una casa donde se ha cometido un crimen, un escritor que se instala en ella en busca de inspiración malsana, su esposa, hijos y presencias sobrenaturales. Gótico americano de toda la vida en donde encaja de cajón aquello que Stephen King explicaba tan bien en su fundamental ensayo Danza Macabra (Valdemar, 2006), es decir, el uso de mudanzas, problemas económicos, problemas matrimoniales y la apelación al instinto paternal poniendo niños en peligro como recursos habituales para que el cuento de miedo estremezca a los adultos. Por lo que hace a la contemporaneidad audiovisual, ahí entra el buen uso del metraje encontrado (el found footage famoso que ha evolucionado en paralelo a la telerealidad); pero no como envoltorio formal sino como un elemento más del cuento de miedo, con esos siniestros rollos de Super 8 localizados en el desván y cuyas imágenes, en algunos casos, son de lo mejor de la película (y me refiero en concreto al ahorcamiento inicial). Para acabar, una de sus mayores virtudes está en el hecho de incluir una de las mejores escenas de discusión matrimonial que he visto en tiempo... y eso amigos casados y con pareja, sí que da miedo.

11.11.12

EN BUSCA DEL NEOPULP CATALÁN


Que luego diréis que no avisé con tiempo suficiente. En Bloguillibres han organizado un concurso de relatos pulp en catalán y el premio es un iPad. Yo, que soy pobre, hace tiempo que quiero uno y me presentaría al concurso pero por desgracia formo parte del jurado. Bueno, por desgracia no, que es un honor compartir esa responsabilidad junto a Marc Pastor (La Mala Dona, L'any de la plaga) y el mítico Curtis Garland.

Para más información, bases y todo eso, más información aquí. Ah! Tenéis hasta el 30 de noviembre.

BOLA EXTRA: CURTIS GARLAND B-ART


















LA HISTORIA ORAL DE LA GENERACIÓN DRAGON BALL


El pasado Salón del Manga de Barcelona acogió el estreno de Songokumanía: El Big Bang del Manga, documental sobre el fenómeno Dragon Ball realizado por Oriol Estrada, más conocido en Internet como Capitán Urías y responsable, entre otras cosas, del muy recomendable y culturalmente disperso blog La Arcadia de Urías.
.../...
El artículo sigue en Gencomics. Parte de las declaraciones de su realizador están tomadas de la entrevista que le hicimos en el Cabaret Elèctric (audio).

9.11.12

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXXV): INVASOR


La nueva peli de Calparsoro, bueno, pues se deja ver. Dejémoslo ahí. Un thriller con la guerra de Irak de fondo que peca de previsible y en el que uno nunca se acaba de creer la moral intachable del protagonista, héroe y militar inverosímil. A quien si te crees es a Karra Elejalde haciendo de Karra Elejalde, es decir, de malo cabrón. Y te lo crees no sólo porque el actor sea especialista en esos roles, sino porque de cabrones sabemos por experiencia que hay muchos. Invasor tiene la gracia de jugar con los soldados españoles destinados a los frentes de Oriente Medio, todas las escenas ambientadas en Irak son resultonas y como peli se construye, salvando las distancias, siguiendo el modelo de los thrillers de política y cloacas del estado que el cine norteamericano entrega con frecuencia. Y es ahí donde le encuentro el mayor interés…
Ojo, que a partir de aquí comento el final. 
El interés viene por contraste. En el cine USA, cuando se denuncia la corrupción del aparato estatal, el sistema siempre sale victorioso. El sistema está por encima de los hombres porque se dibuja como un ente abstracto, casi divino, de inquebrantable bondad y virtud. Por eso se puede denunciar a quien tiene el poder sin poner en peligro al sistema, que todo lo aguanta y corrige, y se acaba ondeando la bandera. Aquí la cosa no está para precisamente para ondear banderas, nunca lo ha estado, y de hecho el sistema también gana, pero nuestro pesimismo realista sabe que el sistema también está corrupto y por eso el héroe, por mucha razón que tenga, acaba en la cárcel. Para nosotros, cualquier otro final sería pura fantasía.

UN POETA DE LA VIDA

Durante la lectura de Para toda la vida, la novela gráfica de Goupil y Claudio Stassi editada aquí por Norma, me topé con uno de los guiños/homenajes más hermosos que he visto últimamente. Me gustó tanto que no puedo resistir la tentación de ponerlo por aquí (y espero que eso no moleste a los autores). De Para toda la vida ya escribí una reseña en Gencomics hace unas semanas, y a ella me remito, pero para ponerles en el  contexto de las viñetas que siguen, les diré que parte de la trama sucede en una residencia de ancianos y da un trato muy coral al grupo de ancianos que allí viven, con un buen desarrollo de esos personajes secundarios. En una de esas escenas se produce el siguiente diálogo:





Quizá alguno de ustedes se haya percatado rápidamente del guiño. En mi caso reconozco que tardé un rato en percatarme, y eso que referencia una de mis historietas de humor preferidas. Quizá se deba a que no estoy habituado a referirme a su protagonista como Tomás y si por su nombre original.

Y es que la señorita Jeanne, en sus años mozos, tenía este aspecto:


Y su poeta de la vida no era otro que Gaston el Gafe del gran Franquin.



8.11.12

RESEÑANDO TEBEOS EN GENCOMICS


Mis labores de escriba se diversifican (y complican) tanto que no me ha dado tiempo aún de anunciar por aquí el inicio de mis colaboraciones (espero que lo más regulares posibles) en la recién nacida web Gencomics, una web generalista sobre tebeos que aspira a cubrir alguno de los muchos (demasiados) vacíos del medio en nuestra internet. Me invitaron unirme al grupo de colaboradores porque no quieren hablar sólo de manga y comic book USA, campos que no abordaré, pero sí de todo lo que queda fuera, que es mucho e imposible de abarcar con mi presencia, pero bueno. Pese a lo escaso de mi tiempo acepté primero porque la invitación procedía de mis queridos adláteres Jonatán Sark y Eme A, gente de bien (bueno, el entrañable Sark no tanto); segundo, porque me extendieron un generoso talón bancario (tengo familia y vicios que alimentar); y tercero, porque me venía bien para comentar algunos cómics y novelas gráficas que a veces tengo la sensación de que desentonan un poco con la locura pOp de este blog. Además, siempre he querido aprovechar de alguna manera las conversaciones que mantengo (y no sólo durante la entrevista en directo) con todos los dibujantes que desfilan por el espacio de cómics del Cabaret Elèctric, el programa radiofónico de Icat.cat con el que colaboro semanalmente desde septiembre de 2006 (un programa estupendo, está mal que lo diga yo llevando tanto tiempo en nómina, pero es que así es). Para dar más vidilla a esas entrevistas, muchas de ellas en catalán, en algunos de mis textos para Gencomics jugaré a fusionar comentario del cómic con declaraciones del autor.

En los casi dos meses que Gencomics lleva en marcha ya son tres las obras sobre las que he escrito:

Magnus, erótico y fantástico (1980-1995). Obviamente, en este caso no entrevisté al maestro italiano del fumetti. Se puede leer aquí.

Para toda la vida de Goupil y Claudio Stassi. Que se puede leer aquí (y que toma algunos fragmentos de esta entrevista en el Cabaret Elèctric).

Dorian Gray de Corominas. Se puede leer aquí (y toma algunos fragmentos de la entrevista del Cabaret Elèctric)


CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXXIV): FRANKENWEENIE



Supongo que ayer todos amábamos a Tim Burton del mismo modo que hoy todos le odiamos (al menos un poquito). No es un sentir que se mezcla (amar y odiar al mismo tiempo) sino un camino que parte del uno al otro; quizá odiar sea mucho decir y mejor dejar esa emoción para otros, no sé, para Neil Gaiman. Bueno, va, tampoco. Reservemos el odio para las fuerzas vivas de la sociedad, para amos y políticos, y dejemos en paz a los artistas. A Tim Burton lo amamos antaño porque con películas como Ed Wood lo explicó todo sobre el sentido de la maravilla desde el punto de visto del artista enajenado de la subcultura pOp; y si luego nos dio disgustos, uno tras otro; pero no podemos quejarnos porque, de hecho, con Ed Wood ya nos estaba avisando. He llegado a la conclusión de que Burton no es consciente del desengaño que ha provocado porque sigue fascinado con su cine y es víctima de la misma enfermedad que aquejó a Jesús Franco o, hoy mismo, al Dario Argento de Drácula 3D. La única diferencia es que la industria confía en él y le sigue financiando sus catedrales de gótica y nostalgia. Así, esa inexplicable supervivencia y tenacidad burtoniana podría ir en paralelo a otro fenómeno de nuestros días, a que el espíritu lúdico de la vieja serie Bé pervive en muchos de los desmesurados blockbusters del Hollywood actual, sólo que con más pasta. Demasiado rollo previo para dar la buena noticia: tras demasiado tiempo, Burton vuelve a firmar una película que merece la pena. Se le sigue notando cansado y perdido, pero noto de nuevo esa magia fruto del amor al monstruo y de su mirada abducida por la estética del cuento pOp y siniestro. Quizá hubiera sido demasiada traición hacia sí mismo emborronar el recuerdo de su celebrado mediometraje de 1984 rehaciéndolo alargado y sin sustancia. Bueno, algo puede haber de eso, no lo negaré, pero me inclino más por la sensación de que este Frankenweenie animado es delicioso y sincero, con sus homenajes al Frankenstein de la Universal, a Gamera y a los sea monkeys. ¿Quién puede poner peros a eso? Por otro lado, no está de más recordar que Frankenstein y la idea del hombre creando vida al margen de la divinidad, era un sacrilegio, una ofensa a la fe, que envolvió de polémica viejas adaptaciones (aquí le eliminamos de 13 Rué del Percebe, sin ir más lejos). Hoy, bajo el logo de Disney los niños den vida artificial a sus mascotas muertas. Celebrémoslo con la alegría que merece. Por cierto, la versión en 3D es bastante pobre y no merece la pena.

6.11.12

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXXIII): RUROUNI KENSHIN


Aunque éxito y popularidad acompañan al manga original de Nobuhiro Watsuki, lo cierto es que nunca me acerqué a sus páginas pese a que en ocasiones me pica la curiosidad para con este tipo de obras (asumiendo que no soy el lector a quién van dirigidas). Tras la película, reconozco que seguiré sin leerlo pero algo de simpatía si me ha despertado porque la disfruté mucho y tengo cierta debilidad por el periodo de la historia de Japón en el que se ambienta (por mucho componente fantástico o fantasioso que aquí se incluya): el fin del shogunato, la restauración meiji y el ocaso de los samurais. La esperada película de acción real (no anime) es un entretenimiento bastante espectacular, las coreografías de lucha están muy bien, la caracterización pOp de los personajes tiene su encanto y el argumento no sólo no aburre sino que es bastante más que mero entretenimiento juvenil. Además, juega bien con el concepto de grupo de héroes, con ese luchador callejero del espadón gigante o el militar reconvertido a policía (que además es un personaje histórico: Saito Hajime), que acompañan al protagonista, un guerrero retirado que se siente maldito por la sangre vertida durante la guerra civil. Así que bien, un notable alto.