31.12.06

ANUARIO DEL REICH AUSENTE


Como ya hice el año pasado, necesito que me digan qué es lo que más les ha gustado del Blog ausente en este año que se acaba. Y lo que menos, también, claro. Considérenlo un consurso, pero como bien saben los que ganaron anteriores... el premio por sorteo se demora tanto que aún no he enviado ninguno. Cosa que me duele enormemente.

También sé que esto es internet. Así que me ha dado por repasar el 2006 y recorrer todo el Blog para darles links y ponérlo un poco más fácil. Mirándolo ahora, ha sido un año de terribles contrastes que ahora explicaré. El principal es la irregularidad. Soy consciente de que esto ha perdido algo de vitalidad y efervescencia en los últimos meses al mismo tiempo que meses como mayo me parecen tremendamente activos. Quiza sea depresión burroesférica, pero no, es falta de tiempo. Absencito se hace grande y requiere que yo sea su Homer.

El año ausente se iniciaba con el nacimiento de Bizácoras y su frenesí gorila. Sigo confiando en este directorio que visito a diario. Sé que hay incluidas direcciones polémicas y que la interactividad organizativa casi ha desaparecido. Pero ahí está, como este blog. Sí, esto es un blog. Esa mediocosa sobre la que tantos se masturban, bluff(af)ean (.2) o malabarean con espíritu crematístico. (Sí, yo también leo a Borjamari). Un mundo, el de los blogs, que puede ser un horror borderline. Bueno, lo es si uno lo recorre despistado y en rebaño. Un extenso páramo de egos al que me acerco y con el que coqueteo. En el que me planto y riego a veces. Plis, plás, liquido blanco y clínex para no manchar el teclado. Que si los 20 Blogs de 20Minutos a los que he vuelto a presentarme, que si menéames, que si tops, que si tal y que si cual. Son arrebatos agólatras, sí, pero debo estar ahí. Igual es que, como me decían ayer en una lista de correo, me considero Su Majestad Ausente. Pero debo estar ahí. Autoengañado en mi necio abanderamiento del subculturalismo pajero gafapasta. Sí. Yo soy el Escolar del pop de derribo que llama a la reflexión mientras pierde lectores por el camino. Juazz. Esos tomates ya tardan.

Ven, yo es que me pongo a hablar de mí y es que me crezco. Pero entíendanme. Algo triste por mi situación actual (en la que no puedo hacer todo lo que querría) me da por repasar las películas sobre las que he escrito durant el 2006 y es que me inflo y realzo. Por orden de aparición: El Alimento de los Dioses, Horror of Frankenstein, Legendary Weapons of China, The Atomic Café, Cibergodzilla: Máquina de Destrucción, La Invasión de los Zombies Atómicos, El Charro de las Calaveras, La noche de los Brujos, One-armed Swordman, Mad Monster Party, Maciste en las minas del Rey Salomón, Seppukku, Dr. Terror, Eclipse en el Tiempo, Last Man on Earth, Asesino Implacable, Battle Beneath the Earth, Capitán Kronos Cazador de Vampiros, Yo Fuí un Hombre Lobo Adolescente, The Terror of Mechagodzilla (finalizando la primera parte de la revisión godzillesca), Invasion of the Saucer Men, The Amazing Colossal Man y Aquel maldito Tren Blindado. Son muchas menos de las que querría, especialmente los últimos meses, pero coño, vista la lista así me siento muy orgulloso. Ahí está todo lo que pienso sobre la verdadera historia del cine en una selección qu emerece ser tomada en consideración por las filmotecas de medio mundo.

Y ojo, que deben incluir el análisis en el que El Más Allá fulciano se miraba al espejo del Inferno de Argento y que me quedó muy bien, sí. O mis incursiones como reportero dicharachero haciendo las ya terceras crónicas desde el Festival de Sitges (y que está vez quedaron redonditas redonditas) o incluso una entrevista exclusiva a ese genio del horror que es Hideshi Hino.

El Blog Ausente también tiene sus secciones. A veces tienen un objetivo tan banal como permitirme la actualización diaria, en esa adicción a las estadísticas de visitas de la que no puedo escapar. Pero es importante para mí que esto siga vivo, plantarme ante el teclado por necesidad autoinducida y vomitar con orden y sin concierto. Los Flash Mundial, los escaneos de viejas revistas de Jóvenes católicos o aquel Mondo Ausente dedicado a reflexionar sobre noticias bizarras están en el congelador. A cambio me he sacado de la manga los exitosos Boogaloos Encefálicos o un par de series con mucha más chicha de la que quizá aparentaban al principio: la AIP visual Experience y las Enajenaciones que Desafiaron al Mundo. Estoy muy contento del camino que siguen. El Simpsonario ha avanzado de la L a Q presto a enfocar su recta final. Y luego, claro, están los TuTubos Ausentes, algo a lo que me resistía por pura idiotez, pero coño, es un recurso magnífico y encima me escabulllo de repicar viralmente el TuTubo de moda. Yo mismo corto y pego en muchos casos y en otros surfeo a ver que encuentro. Cuando el año que ya llega reviente de manera purulenta la burbuja bloguera yo seguiré aquí tan pancho con mis cositas.

Los B-Art se han ido espaciando y en ocasiones tienen un sentido casi de obituario. Aún así los ha habido dedicados a King Kong se escapa, sobre el LSD, intentos de compilar el portadismo Spanish Pulp que deberían tener más continuidad, viejas portadas de la editorial Cénit (uno y dos), homenajes a Antonio Margueriti, León Klimowsky, Jack Williamson, la revista Triunfo o la filatelia pajera. No está mal y estéticamente me sulibellan cuando siento el impulso de publicarlos. En Flickr tienen todo un tag bastante disfrutable. O eso creo.

El ritmo de las Vidas Ajenas se ha ralentizado y ahí siento el peso de la responsabilidad. Nacieron por casualidad y ahora deseo mimarlas. Han de fluir según vienen. Este año han podido ustedes conocer al esférico Pablo Cañizares, el transubstancial Jesús María Ostiarra Cristovarría, la odisea zombi de Bonifacio Rodríguez, la reacción contra el orgullo friqui que fue Juan Gomez Garcia, el demoledor y violento Gonzalo Álvarez Quirós (anda que no me reí escribiéndo su biografía terrorista), el delirante Pablo Palomares o la reseña de La Regina di Pianeta Dinosauro, hija de una necesidad: escribir sobre zine sin tener ninguna película a mano.

Decía que ha sido un año de contrastes. Empecé leyendo muchos libros, a un ritmo vertiginoso que se truncó de golpe ante la llamada de la radio y los tebeos. Esta faceta es ahora la que más tiempo me consume. Y lo cierto es queleo muchísimos tebeos continuamente pero, en cambio, no hablo de ellos demasiado por aquí. No sé por qué me cuesta tanto escribir sobre viñetas. Ando a la búsqueda de un punto y he decidido ser inmediato. Vale, las reseñas de Wanted, Golden Age, los viajes de Delisle o los apuntes sobre el 11-S en los cómics no me quedaron del todo mal, y mientras voy provando con la inmediatez sin acabar de encontrarme del todo cómodo (los textos sobre Lady Snowblood o Agujero Negro son buenos ejemplos). Pero voy a seguir por ese camino por necesidad. Lo que sí me gusta es descontextualizar viñetas y dejarlas por aquí a la buena de Díos. Democracia pitufa, annexos negroides y Planetas Cabeza como motivos de reflexión borderline. De vez en cuando me da por ser golfo apandador y subir historietas pese a ciertos remordimientos para con los derechos de autor. Me auto perdono con la idea de que en realidad la biografía de Fabiola, la historia sobre drogas de Jack Cole o el Ojo de la Muerte de Wolverton no son no son cosas que resten ventas en las librerías porque sencillamente no existen.

Les decía que leí muchos libros durante la primera mitad del año. Hubo reseñas (La Tierra Trema, Soy Leyenda, El Gran Desierto, La Pistola de Rayos, Trampa 22) y extractos (la fórmula del humúnculus, los niños prodigio de Palahniuk, los tebeos del futuro según Philip K. Dick, el anuario de las sociedades secretas, el uso de Kandinsky como arma telepática soviética o los mensajes cifrados en grandes superficies). A menudo mezclandose todo en una amalgama ausente de reseña, extracto, reflexión pajera y b-art portadista.

Pero si hay una lectura que me ha marcado profundamente, esa ha sido El Martillo Cósmico y el descubrimento de la figura de Robert Antón Wilson. Excitó mi imaginación, la desbocó, y bajo su influjo escribí sobre Thomas Noguchi, El retrovisor, el espectro de Tom Mix (era un fake, creo que no lo confesé en su momento), Nancy en wako y su teta, Kim Jong Il, los halcones de Uri Geller, los vínculos entre Maciste y Mussolini, Nikola Tesla, Subterránea, el Misterio Shaver, los acrónimos del mal o el me temo que incrompredido Big Bang a colores de la cultura PoP.

Pues sí. Visto así percibo una unidad sincrónica en todo esto. Recuérdenlo cuando en un par de días les pida el voto en un concurso de blogs. Yo seguré construyendo el personaje enmascarado que consume los ahorros familiares en cultura basura mientras prepara escalivada o Rovellons, pilla cosas de aquí y allí o utiliza los coments para seguir escarbando en el páramo burroesférico. Bueno, qué, ¿han leído hasta aquí? Olé vuestros cojones. Venga. Va. Voten. Digan. Quiero que se expresen. Construyan el Top Ten de textos ausentes del 2006. Estoy esperando. Inquieto. Mi ego se balancea como un yonqui ante la dosis. Respondan de manera meditada o impulsiva, pero háganlo. Y, por supuesto, tengan tomates a mano si lo consideran necesario.

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