6.10.06

SINCRÓNICAS DE SITGES 2006

Sitges siempre ha sido el lugar de residencia vacacional de mi familia. Y su Festival de cine, a un niño siniestro como yo, le fascinaba. Con seis años me pasaba horas mirando los carteles de las películas. Y con doce o trece, no recuerdo, no me ponían pegas para entrar a ver cosas como Maniac (en versión original a pelo, eso sí). En el '86 fue el primer año en que compré un abonó para verlo enterito y ahí he estado siempre, de diversas formas (según mi economía del momento) hasta hace unos, ya bastantes, años, en los que gracias a Spaulding descubrí que la acreditación de prensa es muy útil. Y últimamente estaba más que bien acostumbrado.

Sitges ha empezado hoy y yo sigo en la cama. La fiebre persiste y el dolor de mis putrefactas anginas es difícilmente soportable. Casi no puedo dormir (la vez que más ha sido una hora seguida). Voy hiperdopado de calmantes, antibióticos, antiinflamantorios y gramos y gramos de paracetamol. Y aquí sigo. Hoy me hubiera gustado ver El Laberinto de Fauno. E Ils, una francesa que dicen que está de puta madre. Y un maratón nocturno de mi admirado Barry Prima. Hubiera molado. Sí. Y luego reseñarlo velozmente en el Blog Ausente, como los dos años anteriores. Pero no va a poder ser, como tampoco va a poder ser el documental sobre luchadores enmascarados de mañana o el kaiju coreano del director de Memories of Mulder. En fin, que estamos Sincrónicas de Sitges y hasta que no me encuentre recuperado al 100 % no voy a poder acercarme por ahí. Y me da que aún van a pasar unos cuantos días. Así que con el permiso de todos ustedes me voy a llorar a la cama.

No hay comentarios: