6.12.04

Haciendo el blogger en Sitges (7) : Antes del paréntesis

Breve jornada la de hoy, al menos en lo que para mí es habitual en este festival. Dos pelis a primera hora de la mañana y retorno al hogar. Jo. Diría que absencito crece de un día para otro. Bueno, a lo que iba, que mañana hay que trabajar.

Primero, The final cut. Aquí la titularán La memoria de los muertos. Lo de Montaje final (o definitivo) sonaría a algo que no es para la mayoría del público. Protagoniza Robin Williams, que está muy bien. De hecho, la película está muy bien. Un futuro no demasiado lejano (la ambientación es muy actual, nada de trajes de licra y maquinitas que hacen ping) en la que una empresa, previo pago, implanta chips que graban la vida. La memoria. El uso es fúnebre. Tras la muerte los familiares encargan un montaje que resume la vida del difunto. La labor, pues, del montador, es ardua. Visualiza vidas enteras y las comprime visualmente. Conoce secretos, muchos desagradables. Los montadores deben seguir reglas. Tres. Como en la robótica de Asimov. También hay detractores. Y el nuevo encargo de Williams es delicado: uno de los gerifaltes de la empresa. A partir de aquí un thriller fantástico sobrio y reposado, que se sigue con mucho interés, encararando derroteros menos obvios. La memoria, al fin y al cabo, es subjetiva. Lo grabado no.

Luego The Birthday. Fallido y muy arriesgado producto que ha crispado a muchos. La propuesta es difícil. No da concesiones. Se hace eterna. Y tiene un gran problema: su protagonista. Si The Machinist endosa el peso, enorme, sobre Christian Bale, este Cumpleaños del español Eugeni Mira hace lo mismo con Corey Feldman, actor rescatado del olvido (o mejor, del bajo presupuesto). Era uno de los adolescentes que vimos en Cuenta Conmigo, Gremlins o Jóvenes ocultos. Sobreactuado en exceso, la verdad, crispa. Mucho. Chiquito de la Calzada. Y una película arriesgada, que mira sin verguenza a Lynch y Buñuel, se resiente. Distancia. También del largo metraje. Me ha gustado el final, eso sí. Pero se hace dura en exceso. Ha enervado a muchos. Y no seré yo quien la defienda.

Mañana por la tarde regreso a Sitges. Lo hago por la doble sesión de madrugada de Mondo Macabro. Satanico Pandemonium y Lady Terminator. Cine psicotrónico del que me gusta.

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