12.8.09

1973 - SITGES AÑO SEIS

Continúo el repaso a la historia del Festival de Cine Fantástico de Sitges con lo acaecido durante su sexta edición, celebrada entre los días 29 de septiembre y 5 de octubre de 1973.

sitges 73 poster

Algunos datos:

- El certamen cambia su nombre y de Semana pasa a ser Festival Internacional de cine Fantástico y de Terror. Los premios también se rebautizan de Medalla a Clavel Medalla.

- El jurado internacional lo componen: como presidente el director Peter Fleischmann (famoso entonces por Escenas de caza en la Baja Baviera), el guionista Jean-Claude Carriére (de larga trayectoría y habitual de Buñuel), la actriz de escasa fortuna Rina Ottolina y el director catalán Josep Maria Forn. Un jurado que hoy tildaríamos de gafapasta y que, sin duda, pretendía dotar de calidad cinéfila a un certamen que se estrenaba como Festival Internacional.


- Los premios: el de mejor realizador se lo lleva Juan Buñuel por Au rendez-vouz de la mort joyeuse; los actorales van a parar a Eugene Levy (mejor actor) y Andrea Martin (mejor actriz), ambos por la canadiense Cannibal Girls; los efectos especiales son para la checa Una muchacha sobre una escoba y el mejor cortometraje para el italiano La Cabina. Se declara desierto el premio de fotografía, se da un premio especial del Jurado a la española El monte de las brujas y el Círculo de Escritores Cinematográficos concede su galardón al guión de Malpertuis.

- En su acta el Jurado recomienda más rigor en la selección de películas, dado el carácter competitivo del Festival. Como verán, la cosa llevó su polémica.

- Aunque no puede hablarse de un escándalo como el de 1971 con Necrophagus, a nadie escapa que Juan Buñuel es hijo de Luis Buñuel, y que el más estrecho colaborador de éste, Jean-Claude Carriére, forma parte del Jurado.

- La selección de películas no es, vista ahora, demasiado memorable. No hay un gran clásico. Mojica Marins repite presencia por tercer año consecutivo mientras el fantaterror español, entonces en su máximo apogeo, despierta las iras de la crítica. Es curioso como sólo se destaca la hoy olvidada El monte de las brujas aunque todos coinciden en decir que es aburrida.

- Las sesiones, en el Cine Retiro, siguen siendo un éxito absoluto, con un público que llena la sala (aunque muchos se quedan fuera) con la esperanza de contemplar alguna teta esquinada., y eso que las películas extranjeras se siguen proyectando casi siempre en su idioma original sin subtitular. También hay abucheos y deserciones masivas, como leerán más adelante parece ser que el de la italiana Necropolis fue masivo.

El anexo documental que les dejo a continuación se compone de:

- La crónica de José Luis Rodríguez Puertolas para Terror Fantastic núm. 26. Como podrán sufrir en sus carnes, la redacción y el estilo dejan mucho que desear. Dice una cosa interesante (el carácter subversivo del género, algo que a menudo no se sabe ver) pero luego se sume en una contradicción entre el desprecio al subproducto y la poca especialización de los miembros del Jurado respecto al género fantástico.

- La crónica de Luis Vigil, un clásico en esta sección, publicada en Nuevo Fotogramas y republicada posteriormente en Nueva Dimensión 53. También la publicó, resumida, en su sección de la revista Vampus. Vigil se queja de la selección de títulos y arremete, como ya es habitual, contra el fantaterror patrio y contra el terror de sangre y cuchillada, utilizando un bello epíteto hoy olvidado: Pastel de Sangre. En su crónica película a película es muy interesante el apartado final en el que juzga las posibilidades de que la película sea vista en España.

- La crónica de Vigil provocó una carta abierta de un miembro de la organización y una contrarréplica del propio Vigil. Ambas se publicaron en Nueva Dimensión y resultan muy divertidas de leer ya que puede verse como un enfrentamiento entre cinefilia y zinefagia; y supone un debate que se prolongó durante décadas y que sólo en la última etapa parece olvidado. Al fin y al cabo, Vigil cae en la tentación de estar por encima del público: reconoce que éste acude en busca de "sangre, monstruos y desnudos" y luego se queja de que se programen este tipo de filmes.

- Finalmente, las crónicas de Ángeles Maso para La Vanguardia, recuperadas gracias a la maravillosa Hemeroteca del diario barcelonés. Son interesantes al aportar a menudo una visión diferente a las anteriores, todo y que se dedica a explicar las películas de principio a fin, elemento que les ahorro excepto en algún caso que he dejado como muestra del abuso spoileador de la periodista.

Crónica de José Luis Rodríguez Puertolas publicada en Terror (antes Terror Fantastic núm. 26 (noviembre de 1973)


El festival, en conjunto, me parece interesante, pero me parece más interesante como idea que como realidad concreta. Como realidad concreta me parece que adolece de una serie de fallos de planteamiento y, sobre todo, a nivel de la estructura que lo defiende como festival. Creo que el tener un festival de Cine Fantástico en España es importante por lo que además supone el género, es decir, no es lo mismo hacer un Festival de Cine de Humor o de western que uno de cine fantástico, que es un género oficiosamente contestatario, ya que el fantástico no es un cine cómodo, no es un cine ya totalmente recuperado por unas clases sociales y unas estructuras que lo han incorporado. Entonces ya, en principio, que exista un festival de este tipo en España, y teniendo presente que los hay pocos en el mundo entero, me parece excelente.

Ahora bien, siendo la idea muy loable, exigiría una mayor seriedad en el planteamiento para que no se produjesen una serie de lamentables fallos, para que no hubiesen unos innecesarios nerviosismos cuando falla una estrella en un festival. El festival, al no haber podido asistir en anteriores ediciones, me es imposible establecer comparaciones pasadas. En el presente festival han concurrido varios fallos: junto a películas realmente interesantes han desfilado verdaderos subproductos que merecían no estar ya ausentes de cualquier festival, sino también de cualquier pantalla cinematográfica, y esto, lamentablemente, donde más se nota es en las cintas españolas. Se han visionado cinco concretamente y solo dos son, benévolamente pasables: El monte de las brujas, de Raúl Artigot, el cual ha rehuido el siempre fácil recurso sanguinolento y la otra Las vampiras, de Jesús Franco. Me ha molestado mucho que se le diera un carácter necrófilo a esta película, coma también me molestó que se rodeara de dicha atmósfera en San Sebastián a la cinta de Guerín (nota ausente: se refiere a la muerte de Soledad Miranda y también a la del director de La campana del infierno). Creo que es de agradecer que en la cinta de Artigot (El monte de las brujas) haya prescindido de la violencia fácil, la sangre fácil y demás efectismos, creo que adolece de un guión lentísimo, se recrea innecesariamente en la fotografía y cuenta con un actor pésimo. No obstante creo muy interesante que se intenten nuevos sistemas de fantasía mediante cosas autóctonas. El nivel de las realizaciones españolas es sintomático de todo el festival.


Me molesta y sorprende que en el jurado se haya despreciado olímpicamente a las películas inglesas. Me parece que el jurado ha ido, par una serie de cuestiones, a premiar lo nuevo, lo innovador y ha querido dejar fuera del palmares a todo lo academicista. Pero en consecuencia se me ocurre preguntar: ¿A este jurado hasta qué punto le interesaba el cine fantástico y de terror? Peter Fleischmann, el presidente, es una persona que ha realizado una cinta muy importante (Escenas de caza en la Baja Baviera), pero que no conecta para nada con el tema. Jean Claude Carriére es un excelente guionista, desde luego, pero lo que hace con Buñuel, o lo que ha hecho con otras películas como Funeral en Los Ángeles no es precisamente un cine fantástico y de terror; entonces el hecho de que sea amigo personal de la familia Buñuel quizás haya influido en la decisión del jurado, independientemente de la calidad de la película. La señorita Rina Ottolina pintaba exactamente lo mismo que pueda pintar yo en un jurado sobre el concilio Vaticano, y finalmente, el señor Forn ha hecho una película llamada Pastel de sangre por unas situaciones inconcretas. El señor Forn nunca ha hecho cine de terror, su cine es otro, y en un momento determinado aunó cuatro directores en una cinta fantástica. ¿Qué hacen, pues, estas cuatro personas decidiendo un festival de Cine Fantástico? Ello puede indicar que hayan premiado a cintas que menos eran de la temática. La película canadiense Cannibal Girls, era interesante, pero no requería dos premios de interpretación. ¿Por qué quedaba marginada una película tan buena como Private Parts?


Resumiendo, creo que junto a películas interesantes ha habido unos errores gigantescos en este festival en cuanto a selección de películas, en cuanto a organización, en cuanto que en seis ediciones que lleva podría ser mejor de lo que rinde. Hacer triunfalismo diciendo cuánto se ha conseguido hasta ahora creo que o compensa lo que se debería haber conseguido para un festival de este género.

José Luis Rodríguez Puertolas (Radio Nacional y TVE)



SITGES 1973
VI FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE FANTASTICO Y DE TERROR
29 SEPTIEMBRE / 5 OCTUBRE 1973
Crónica de Luis Vigil publicada en Nuevo Fotogramas y republicada en Nueva Dimensión.

Hoy el terror está de moda, y gracias al cine de terror, la villa de Sitges va ganando en importancia, a medida que pasan los años, en el mundillo cinematográfico. Pero ¿es terror lo que se nos da a los aficionados en la semana de Sitges? Me temo que buena parte de las cintas que son elegidas para formar parte de la programación no tienen nada que ver con el Terror, y son, a lo sumo, “pasteles de sangre”, cuyo único mérito (si así puede llamarse) reside en los muchos litros de “catchup” empleados en su rodaje. Pero, por desgracia, una cosa que no parecen comprender los que programan este Festival es el que, aunque una cinta esté llena de muertes violentas, no tiene, necesariamente, que ser de terror.

Este es un aspecto de la crítica más importante que cabe hacer al Sitges de este año. El otro aspecto ha sido la excesiva importancia dada en la programación a los filmes españoles (¡5 de los 19 largometrajes y 3 de los 9 cortos!). No es admisible que se de este trato preferencial a la filmografía nativa, si no viene refrendado por un mínimo de calidad en las cintas seleccionadas. Y, como en años anteriores, la calidad estaba ausente en las cintas de los realizadores del país.
Dos aspectos de un mismo problema: la falta de un riguroso criterio selectivo entre los programadores de la semana. Y, ya en su sexta edición, no se puede seguir tolerando esto.
Y en realidad se tolera, como lo demuestra una doble repulsa: por una parte la del publico, con sus abucheos y abandonos masivos del local en ciertas proyecciones, y por otra la del Jurado Internacional que afirmó—en su acta— que, dada la importancia que va adquiriendo el Festival, era de desear que se siguiese en él un criterio de selección más riguroso para resguardar la calidad artística del mismo.

Por cierto, cabe señalar que cuando fue leída el acta del fallo del Jurado, en el Cine Retiro durante la sesión de clausura, no se dio lectura de esta recomendación. ¿Creyó alguien que el público iba a manifestar ruidosamente su aprobación a la iniciativa del Jurado? El caso es que, según parece, los miembros del mismo no se mostraron muy conformes con esta omisión.

Por lo demás, hubo lo usual en estos casos: mas cócteles que nunca, un gran interés en la villa con el cine, la presencia de algunos famosos: Peter Fleischmann, Rina Ottolina, Michel Picoli, Joe Rígoli, Luis Gasca, Buñuel Jr., etc., y el par de exposiciones (Pierrot y Quijano) que, desgraciadamente, son la única actividad paralela en este semana que pudría dar cabida a muchas otras manifestaciones artísticas y culturales relacionadas con el terror.

Sin embargo, no puede dejar de reconocerse que, gracias a la acción paciente de Antonio Rafales y su equipo, el aficionado puede acudir cada año a una cita en la que, entre los cardos y espinas de tanto bodrio cinematográfico, haya esa flor rara que es algún excelente film del género. ¡Y eso es mas de lo que se puede decir de muchas programaciones de nuestras pantallas comerciales!

LARGOMETRAJES
Símbolos usados:
D: director. I: intérpretes.

AU RENDEZ-VOUS DE LA MORT JOYEUSE
Francia (1972)
D: Juan Luis Buñuel, l: Françoise Fabian, Jean Marc Bory, Michel Creton, Yasmine Dahm, Renato Salvatori.
La película más esperada de la Semana, y que sirvió para inaugurarla. El apellido Buñuel crea interés, y los aficionados esperaban ver si el hijo se parecía al padre. Indudablemente, el film tiene algunos momentos “buñuelianos”, aunque Juan Luis parece decidido a hallar su propia manera de hacer cine. La cinta nos narra como una jovencita púber origina una serie de fenómenos parapsicológicos en una mansión campestre, expulsando de ella a su propia familia y a un grupo de investigadores de la TV. Excelente interpretación de Yasmine Dahm en el papel de la jovencita y Salvatori y la Fabian en sus cortos papeles, que nos dejan un sabor a poco.
Acogida: buena. Visible en España, con cortes.


ORDET
Dinamarca (1955)
D: Carl Theodore Dreyer.
Excelente cinta de Dreyer, aunque en nada adecuada a una Semana como la de Sitges. El clásico problema escandinavo de las relaciones del hombre con Dios, con la única nota fantástica de una resurrección al final de la película.
Acogida: fría. Visible en España.


MALATESTA’S CARNIVAL OF BLOOD
Estados Unidos (1973)
D: Christopher Speeth. I: John World, Jana Dresser.
Típico pastel de sangre, con la particularidad de haber sido filmado con una técnica que debe mucho al cine underground yanqui. Los ocupantes de un parque de atracciones, que parecen unos zombies (muertos en vida), se alimentan de carne humana, y persiguen a una pareja de feriantes que no pertenecen a su cofradía. Tiene algún punto a su favor como la incorporación de viejas cintas de terror al fondo general, pero resulta bastante repetitiva.
Acogida: regular. Visible en España con cortes.


LAS GARRAS DE LORELEI
España (1972)
D: Amando de Ossorio I: Tony Kendall, Helga Line, Silvia Tortosa.
Uno de los habituales bodrios españoles. Un monstruo, la mítica Lorelei, aterroriza las orillas del Rhin al dedicarse a comer los corazones de los lugareños; pero un apuesto y valiente cazador acabará con la amenaza. El guión, realmente malo, contiene chascarrillos tan logrados (pero involuntarios) como el que el monstruo —que habitualmente es una bella mujer, y se ha enamorado del cazador— le pregunte a éste “¿Has pensado en nuestro fututo?” como si fuera una jovenzuela casadera.
Acogida: Mala. Ya se está viendo en España.

creeping flesh 1973

CREEPING FLESH

Gran Bretaña (1973)
D: Freddie Francis I: Christopher Lee, Peter Cushing, Loma Heilbron.
Al hallar el esqueleto del Diablo, un científico se propone lograr un suero que inmunice a la raza humana del mal, logrando así un paraíso sobre la Tierra. Pero el mal es más fuerte y se apodera de los inoculados, entre los que se halla su hija. Buena cinta de terror, con la habitual maestría de ambientación que ya cabe esperar habitualmente de los estudios británicos. Mala caracterización del Diablo, que hubiera sido mejor que no se viese. Excelente actuación del dúo del terror, muy bien encuadrados por la Heilbron.
Acogida: cálida. Visible en España.



LAS VAMPIRAS
España. (1973).
D: Jesús Franco. l: Soledad Miranda, Ewa Stromberg, Denis Price, Paul Muller, Victor Feldman.
La segunda de las españolas. Realmente, como dijo en una ocasión mi colega Carlo Frabetti, esto es más cine terrible que de terror. Y lo malo es que, en sus inicios, Franco parecía prometer mucho, pero luego... Se trata de la historia de una vampira turca, amante de Drácula, que trata de conquistar a una joven de hoy en día.
Aparte de que se nos muestre muslamen, poco más cabe encomiar en esta cinta, y resulta particularmente penoso el que aparezca infinidad de veces el mismo fotograma de un barco en el Bósforo, sin duda uno de los pocos exteriores con que contaba el realizador.
Acogida: regular. Ya se esta viendo en España.
(nota ausente: deduzco pues que se pasó la versión censurada para España).

LAS VENTANAS DEL TIEMPO
Hungría (1970)
D: Tamas Fejer.
La única cinta de ciencia-ficción de la Semana. Por fortuna, está realizada con la habitual calidad del cine del Este, si bien peca, como es habitual en este cine, de una cierta lentitud. Un terremoto hace despertar a unas personas que estaban en hibernación y se hallan en una fortaleza subterránea, bajo una superficie arrasada por una guerra nuclear. Interesante el cómo, sin mencionar nombres, se hace caer la responsabilidad de la guerra sobre un personaje que recuerda mucho a los últimos presidentes yanquis
Acogida: indiferente. Visible en España.


DEMONS OF THE MIND
Gran Bretaña (1972)
D: Peter Sykes. I: Paul Jones, Patrick Magee, Yvonne Mitchell, Robert Hardy, Michael Hordern, Gillian Hills.
Un noble tiene encerrados a sus dos hijos en su castillo, pues teme que hayan heredado una perturbación mental originada por los cruces consanguíneos de sus antepasados. La situación los lleva, finalmente, al incesto. Sykes realiza bien un film que, evidentemente, es más de angustia y suspense que de terror. A mi entender, esta cinta no cabe dentro del ámbito de la Semana.
Acogida: buena. Visible en España con retoques.


O Estranho Mundo De Zé Do Caixão-v3

O ESTRANHO MUNDO DO ZE DO CAIXAO

Brasil (1958)
D: José Mojica Marins.
Repite Mojica este año su intervención en la Semana, por lo que ésta era otra de las cintas esperadas con ansiedad. Y el realizador brasileño no ha decepcionado a sus fans, ofreciéndoles la misma mezcla de demagogia, sangre, salacidad y subdesarrollo que el año anterior. De las tres historias de la cinta, a mí la que mejor me pareció fue la segunda, “A tara”, en que un Quasimodo subdesarrollado llega a la necrofilia. Por otra parte, resulta inenarrable el final, con la destrucción de los malvados “bajo los rayos del Señor” que recuerdan mucho al napalm yanqui.
Acogida: excelente. Imposible su visión en España.


el retorno de walpurgis

EL RETORNO DE WALPURGIS
España-Méjico (1973)
D: Carlos Aured. I: Paul Naschy, Fabiola Falcon, Vidal Molina.
Sigue Naschy con sus intentos de consagrarse como el Karloff español, pero sin lograr otra cosa que unas discretas actuaciones, sobre todo a causa del mal servicio que le hacen siempre los guionistas. El cine español de terror parece abocado a una vida sin relieve, dentro de la más espantosa vulgaridad. Película esta de hombres-lobo, pasará sin pena ni gloria a la filmografía del género.
Acogida: regular. Visible en España.


cannibal_girls

CANNIBAL GIRLS

Canadá (1972)
D: Ivan Reitman.
Una de las perlas de la Semana, esta cinta canadiense nos narra con fino humor como una ciudad vive, literalmente, de los turistas, que son atrapados y asesinados por tres muchachas, tras lo que pasan a los estómagos de los pueblerinos. La historia es del tipo cíclico, que nos sitúa al inicio de un nuevo ciclo al terminar el anterior. Excelente en interpretación de los actores, especialmente de Andrea Martin, que se mereció su premio.
Acogida: entusiasta. No visible en España.

EL MONTE DE LAS BRUJAS `
España (1972)
D: Raul Artigot. I: John Caffari, Patty Shepard, Ana Farra, Mónica Randall, Victor Israel.
La más digna de las cintas españolas de la Semana, se ajustaba bastante bien a los cánones del cine de terror, pero sufriendo de algunas inconsistencias en el guión y, sobre todo, de la cara de palo de los personajes. Particularmente, no creo que se mereciese el premio especial, que casi parece un intento de halagar al público español por parte del jurado internacional.
Acogida: buena, Visible en España.


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LADY FRANKENSTEIN
Italia (1971)
D: M. Welles. I: Joseph Cotten, Rasalva Neri, Paul Muller, Paul Whiteman.
Una película italiana del montón, bien poco convincente. El Dr. Frankenstein muere a manos del monstruo que ha creado y su hija sigue su obra, para crear un nuevo monstruo (éste guapo) que acabe con el primero y vengue a su padre. La interpretación de Cotten no da el papel del sabio loco, y la Neri parece mas una cocinera italiana preparando pizzas que una doctora experimentando la creación de la vida.
Acogida: regular. Visible con cortes.

SWEET KILL
Estados Unidos (1971)
D: Curtis Hanson. I: Tab Hunter, Cherie Latimer, Nadyne Turney,
Linda Leider.
Se nos ha dicho que éste era el tercer año en que intentaban traer esta película y que hasta ahora no fue posible hacerlo. Pues bien, en mi opinión, más valdría que tampoco hubiera sido posible traerla ahora. Otro pastel de sangre, solo que esta vez complicado con el problema de la impotencia de un atleta.
Película tremendamente lenta, confieso que me fui (yo, que tengo una capacidad de aguante casi masoquista) antes de que terminase. Otra de las películas que no se ajusta al tema de la Semana.
Acogida: regular. No visible en España.

LA SAGA DE LOS DRACULA
España (1972)
D: León Klimovsky. I: Tina Sainz, Tony Isbern., Narciso Ibáñez Menta, Cristina Suriani.
¡Quinta película española de la Semana! Berta, la nieta de Drácula, regresa al castillo de la familia y se encuentra con que todos son vampiros. Su abuelo quiere que tenga un hijo para continuar la estirpe y ella, enloquecida, acaba con su familia; pero su hijo es un varnpiro que seguirá con la tradición. Buena interpretación de Tina Sainz en el papel de Berta, bastante ridículos todos los vampiros.
Acogida: buena. Visible en España.

NECROPOLIS
ltalia (1970)
D: Franco Brocani.
Cinta claramente perteneciente al cine underground, está dentro de la línea de los espectáculos que pretenden hacer reaccionar al espectador, aunque sea con virulencia y en contra de la obra. Y Brocani lo logra plenamente, especialmente con escenas como la declamación de Frankenstein. Excelente la interpretación de Viva que eclipsa a todos los otros intérpretes. A mi parecer esta cinta hubiera sido muy efectiva en un cine club o en una sala especial, pero no en la Semana, donde la reacción del público fue totalmente diferente a la esperada por el director, no se debe olvidar que a Sitges las gentes van a ver sangre, monstruos y desnudos.
Acogida: broncas y deserción en mesa. No visible en España.

SILENT NIGTH, BLOODY NIGTH
EEUU (1972)
D. Theodore Gershuny.
Otro pastel de sangre, y ya son demasiados los que hemos visto en la Semana, lo que prueba el escaso criterio seleccionador que la preside. Una historia complicada que gira en torno a una casa, y a dos series de asesinatos (unos nos son presentados en flashback y color sepia), pasados y presentes, que en ella tienen lugar, Lo confieso, me dormí. Se trata de una película interesante para verla en un cine de barrio, pero, francamente, fuera de lugar en una Semana de terror... ¿es que nadie sabe distinguir el verdadero género de terror de la cuchillada y paso atrás?
Acogida: buena. Visible en España.

PRIVATE PARTS
EEUU (1973)
D: Paul Bartel.
Una, a mi entender, buena e inteligente cinta de terror, en la que la mezcla de suspense, sangre y ambiente extraño crea la atmósfera adecuada, todo ello acompañado por una excelente interpretación e inteligente dirección. La cinta toca el tema, prohibido en estas latitudes, de las perversiones sexuales, y llega a un clima alucinante en la escena en que el fotógrafo (¿fotógrafa?) protagonista muestra su especial modo de hacer el amor. Lo mejor de la participación yanqui.
Acogida: buena. Impensable verla en España.

UNA MUCHACHA SOBRE UNA ESCOBA
Checoslovaquia (1972)
D: Vaclav Vorlicek.
Los checos nos demuestran una vez más que saben hacer un excelente cine fantástico, que no necesita caer en la truculencia para divertir, y mucho. Una joven bruja llega a la Tierra huyendo de la Academia de Brujas, y se ve envuelta en una serie de aventuras con unos escolares. Extraordinarias notas de humor, como cuando una patrulla persigue a tres supuestos obispos en la carretera porque no es posible que vayan en un utilitario. Una película que debería pasarse en salas destinadas al cine infantil, si existiesen éstas.
Acogida: muy buena. Visible en España.

MALPERTUIS
Bélgica (1972)
D: Harry Kumel. I: Orson Welles, Mathieu Carriére, Sylvie Vartan. Indudablemente, lo mejor de la Semana, a la que -muy adecuadamente- sirvió de clausura. En una casa kafkaiana, un hombre retiene prisioneros a los dioses supervivientes de la mitología griega, que actúan entre sí y sobre el protagonista. Película extraña y alucinante, es de una calidad pocas veces vista en Sitges, y yo particularmente desearía volverla a ver si algún distribuidor tiene la buena idea de traerla a nuestras pantallas. Sensacional la dirección, la fotografía (no sé cómo se declaró desierta esta categoría de premios) y la interpretación, destacando Orson Welles y Susan Hampshire.
Acogida: entusiasta. Visible en España con cortes.

CORTOMETRAJES
Entre los curtos presentados como complementos en las sesiones de noche, cabe destacar, sobre todo, el italiano La cabina, de Bruno Bozzetto, que cuenta con una excelente interpretación y es una sucesión de locos gags a cual mejor; el checo La rebelión de los juguetes, precioso alegato antinazi, resuelto mediante la animación; y el canadiense de dibujos animados Evolución, al que es una pena que le faltase el último plano, muy cómico.

El anterior artículo, aparecido en la revista Nuevo Fotogramas, de la que nuestro compañero Luis Vigil es colaborador, provocó una respuesta por parte de un miembro del Comité Organizador del Festival de Sitges que reproducimos a continuación, así como una apostilla a la misma, de nuestro compañero. No creyendo que ningún juicio sea absoluto, dejamos abierta la polémica y estamos dispuestos a publicar en estas páginas cualquier comentario, a favor o en contra de una u otra posturas contrapuestas.

CARTA ABIERTA A DON LUIS VIGIL
(A propósito del VI Festival de Cine Fantástico y de Terror de Sitges)

Querido defensor de los criterios selectivos:
En el prólogo de su personalísima y detallada revisión de los filmes presentados en el VI Festival internacional de Cine Fantástico y de Terror, de Sitges, tras negarle el pan y la sal a la filmografía española y afirmar, demasiado gratuitamente, que el público ejercitó abandonos masivos en ciertas proyecciones (perdóneme si mi memoria me traiciona, asegurándome que ello solo ocurrió con la película Necrópolis, que a usted parece haberle gustado mucho), se dedica a melodramatizar con el hecho de que en el Cine Retiro no se dio lectura, tras anunciar los premios, a una nota del acta del Jurado Internacional en que éste recomienda un criterio de selección más riguroso, habida cuenta de la importancia creciente que va adquiriendo el Festival. Sin embargo, omite usted que en el escenario oficial de la entrega oficial de premios (Salón Dorado del Palacio Maricel), tras haber facilitado anteriormente a la Prensa fotocopia del acta, se dio lectura a todo su contenido, por considerar la Organización del Certamen que era en este escenario, ante las autoridades, personalidades oficiales y la masiva representación de invitados y representantes de la Prensa nacional y extranjera, donde se debía notificar el texto íntegro de los acuerdos del Jurado, como es la nota ajena a los galardones concedidos. Parece resultar evidente que su omisión responde a otro hecho quizás más lamentable: que, seguramente, usted no estuvo en dicho acto oficial y por ello no ha podido informar debidamente a sus lectores. Permítame que lo crea así porque tampoco salió a recoger la medalla conmemorativa con que el Certamen ha premiado este año la estupenda labor difusora que sobre sus actividades viene realizando la revista que usted representaba en Sitges. De haber estado, como era su deber, ha obrado mal por partida doble.

Pero volvamos a su defensa sobre los criterios selectivos.

Tras soltar el palo sobre las costillas de la Organización, usted acepta, sin embargo, como muy aceptables, las siguientes películas: Au rendez vous de la mort joyeuse, Ordet, Creeping Flesh, La ventana del tiempo, Demons of the mind, O estranho mundo do Ze do Caixao, Cannibal Girls, El monte de las brujas, la citada Necropolis, Private parts, Una muchacha sobre una escoba y Malpertuis. Del resto de títulos programados, admite que el público acogió regularmente Las vampiras, El retorno de Walpurgis, Lady Frankenstein, Sweetkill y que dispensó buena acogida a La saga de los Drácula y Silent Night, bloody Night. Lo que quiere decir, mi querido defensor de los criterios selectivos, que entre los filmes aceptados por usted como excelentes, muy buenos y buenos y los acogidos por el público como buenos y regulares, obtenemos un total de dieciocho largometrajes, de los cuales solo cuatro aparecen como dudosos. Si en el Festival se han presentado veinte y cuatro pertenecían a la Sección Informativa, el criterio selectivo de sus organizadores no parece ser tan intolerable como usted afirma que es.
Y le voy a exponer una simple razón: el Festival cinematográfico de Sitges nació para dar satisfacción a los entusiastas del género que cultiva, nunca al servicio de los grupos intelectuales del país, De ahí su creciente éxito popular. ¿Cree usted, a pie juntillas, que el público se ha sentido defraudado por el programa de este año? No, amigo Vigil. El público ha tenido excelentes películas, muy buenas películas, buenas películas y películas regulares. Y ha tenido también lo que usted denomina pasteles de sangre, porque al respetable le encanta que los productores de los filmes de terror gasten toneladas de litros de catsup en el rodaje de sus películas y grita o ríe de nerviosismo, y aplaude y patea a su antojo ante aquella o esta historia, como sucede en todos los Festivales del mundo. Y se siente desorientado ante los filmes que usted estima como pertenecientes a rigurosos criterios selectivos. Recuerde usted, amigo Vigil, la aparente fría acogida que el respetable dispenso a nuestro Clavel-Medalla de Oro de este año, a pesar de su impecable factura.

El Cine, amigo Vigil, es un arte de masas y el Certamen que se celebra en Sitges es de Cine Fantástico y de Terror, no de Cine de Autor sobre el que si se puede establecer un riguroso criterio selectivo. Piense por un momento qué sucedería si trasladáramos el programa cinematográfico que se ofrece en Benalmádena al cine Retiro de Sitges, a ese público que ha aplaudido, ha gritado, se ha divertido y lo ha pasado la mar de bien con nuestro VI Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror. Entonces sí sería rigurosamente cierto que se producirían las deserciones en masa. Con lo cual no pretendo, ni por asomo, restarle mérito al certamen de la Costa del Sol, creado para autores, puesto que de Cine de Autor se trata. Tanto le respetamos y admiramos en su género que hasta nos permitimos el riesgo de ofrecer la presidencia de nuestro Jurado Internacional a promotores de criterios selectivos como el señor Peter Fleischmann, realizador como sabe de aquella bellísima película Escenas de caza en la Alta Baviera que compitió en Benalmádena.

Ahora bien: como es bien cierto que Sitges va ganando importancia cada año; que ocupa ya un puesto relevante en el concierto internacional de festivales cinematográficos, coma lo atestigua el hecho de su reconocimiento oficial por parte de la FlAPF y que su éxito popular es indiscutible... para que ese criterio selectivo sea riguroso, dando con ello satisfacción a unos y a otros, lo que nos hace falta no son consejos, sino dinero: protección académica, subvenciones. Este año, amigo Vigil, no se ha dispuesto de un duro. Como el pasado 1972, solo hemos tenido zancadillas. Y menos mal que hemos contado con el apoyo moral de la Subdirección General de Cinematografía, que a última hora autorizó la celebración del Festival.

Si el Festival cinematográfico de Sitges contara con el apoyo económico que merece, se podría viajar mas, ver más películas, ejercer con más rigor un criterio selectivo en favor de un programa que, muchas veces, se compone de lo que nos quieren mandar. Las excelentes películas que usted ha visto este año en Sitges las eligió nuestro director, don Antonio Rafales, en Francia, Inglaterra y Estados Unidos… viajando par su cuenta. Si hubiera dinero tendríamos también estrellas del cine de terror, podríamos montar a todo taco el Mercado del Cine de Terror duplicando la popularidad a nivel mundial del certamen y, en función de los desplazamientos necesarios al extranjero, acreceríamos mejor calidad, aunque haya de convenir con nosotros que, según su propio criterio crítico, no ha sido tan nefasta la selección de este año...

Así que, mi estimado defensor de los criterios selectivos, déjese de intolerancias y utilice su estupenda tribuna para alzar su voz no contra los paupérrimos organizadores del Festival, sino contra los que pueden dar subvenciones para mayor honra y gloria de Sitges, de sus asiduos críticos como usted y de su modesto pero mundialmente famoso certamen cinematográfico.
Atentamente, queda de usted y de sus criterios.

Fernando Montejano
Miembro del Comité Ejecutivo Organizador.


RESPUESTA A LA CARTA ABIERTA

Amigo Montejano, me temo que no ha comprendido nada de mi crítica (¿se ha molestado usted en buscar en un diccionario el significado de la palabra crítica?) del Festival de Sitges de este año. Me lo temo pues, tras poner en tela de juicio todas mis opiniones personales, y calificarme con epítetos tan sonoros como “defensor de los criterios selectivos” y acusarme de “melodramatizar”, “intolerancias”, etcétera, afirma que alzo mi voz “contra los paupérrimos organizadores del Festival”.

No, amigo Montejano, usted y yo sabemos que no es por ahí por donde van los tiros. El digno Director del Festival, Antonio Rafales, me conoce lo bastante bien como para saber que él y todos los que componen su equipo cuentan con toda mi simpatía, ya que como colaborador de una revista hecha sin medios y por puro coraje, sé muy bien por lo que debe pasar cada año para realizar el Festival.

Pero todas las cosas tienen un desarrollo, y Sitges no escapa a esa dinámica vital. Y, al igual que nuestros lectores tienen derecho a un mínimo de calidad por nuestra parte (o, de lo contrario, a decirnos que no lo hacemos bien), también los asistentes a Sitges merecemos un mínima de criterio selectivo.

Y no me venga con marrullerías bizantinas. Que no cuela esa de igualar mis afirmaciones de “películas aceptables, buena acogida por parte del público y regular acogida” con “filmes excelentes, muy buenos y buenos”, como hace usted. Ni tampoco le acepto el argumento de que el cine “es arte de masas” y que por eso en Sitges hay que servir cine de masas… pues para eso ya hay demasiadas salas comerciales en nuestras ciudades. (Y piense que en esta argumentación suya va implicada la afirmación de que, como aparentemente ese es el cine que quiere el público, ese es el cine bueno de Terror. Aceptar eso equivaldría a suponer que, como las películas de la Sara y el Escobar son las más taquilleras, ese es el buen cine).

Como asistente a Sitges desde el nacimiento del Festival (entonces Semana), he dado buenas pruebas de mi afición al género y dedicación a esta manifestación. Pero ahora, tras seis años de experiencia, creo que ya es hora de que el Festival de Sitges empiece a llegar a su mayoría de edad, y adquiera un criterio propio, que lo defina (y no me diga que el criterio que predominará en el futuro es el de los pasteles de sangre y las participaciones masivas de cintas de baja calidad, ya sean nativas o foráneas, pues hará que me ponga a llorar...). Creo que el público aficionado, y los fans que llevamos seis años “haciéndonos las costas” día tras día, para llegar a Sitges a ver cine fantástico, nos lo merecemos. (nota ausente: por entonces Sitges no existían los túneles de la autopista que une Sitges con Barcelona, y muchos seguidores se tragaban la media hora de curvas de la carretera de la costa del macizo del Garraf).

Y, antes de terminar, permita por ultimo que le conteste a una de las cuestiones que usted saca a relucir en su carta: la de la famosa lectura del acta. Amigo Montejano, me parece usted víctima de un curioso criterio elitista al decir que solo se llevó a cabo la lectura completa de la misma en el Salón Dorado “por considerar la Organización del Certamen que era en este escenario, ante las autoridades, personalidades oficiales y la masiva representación de invitados y representantes de la prensa nacional y extranjera, donde se debía notificar el texto integro”. ¿Acaso es usted de los que creen que el público en general no está preparado, y no se le debe dar una información total? Yo, por el contrario, opino que los asistentes que habían acudido a la sala, día tras día (y que en su mayoría casi absoluta no estuvieron invitados al acto “oficial”, también tenían derecho a saber cual era la opinión del Jurado.

Y me atrevo incluso a pensar que ese era el deseo de dicho jurado al incluir su recomendación en acta, pues, de lo contrario, con un simple comentario verbal en una charla con la Organización ya bastaba...

Termino pues, pero antes, un ruego: no crea, amigo Montejano, que mi crítica, ni esta apostilla a su carta abierta, son sólo el producto de una mente cegada por una idea fija de lo que debería ser el Festival de Sitges. Pues estoy convencido de que mis palabras son la expresión de un sentir que, si bien quizá no sea mayoritario, creo que sí es el de una buena parte de los asistentes. Al menos de los profesionales y aficionados más dedicados. Y, si duda de esta afirmación mía, consulte las opiniones de los periodistas especializados que han asistido a esta última Semana y de la que se da un buen resumen en el num. 26 de la revista Terror (antes Terror Fantastic). Si lo hace, se encontrará con una curiosa concordancia de pareceres. ¿Y no le parece, amigo Montejano, que si hay tantos “defensores de los criterios selectivos», a algo se deberá?

Luis Vigil

CRÓNICAS DE ÁNGELES MASO PARA LA VANGUARDIA

Martes, 2 de octubre de 1973

CON BUÑUEL, HIJO, LA DESTRUCCIÓN POR MEDIO DE LOS ELECTRODOMÉSTICOS

Sitges, (De nuestra redactora enviada especial,) — La noticia en Sitges está en el cine de terror cuyo certamen se inauguró el pasado sábado. Ante las taquillas del Retiro no cesan las colas a pesar de que se anuncia casi constantemente que no hay localidades para la sesión. Y es que El interés que despierta la Semana no cesa.

Se inauguró el Festival de! Terror con un filme de Juan Luis Buñuel —hijo del célebre y veterano director— titulado Au rendez vous de la mort Joyeuse. Con su apellido, el realizador suscita de antemano el interés. Es mucho lo que se pone en cuestión porque no puede negarse que la firma Buñuel si bien favorece en principio, en definitiva, le compromete.

Pero Juan Buñuel no llega como hijo de papá. Aprendió su oficio con Orson Welles, trabajando con el gran cineasta en Don Quijote. (...) es también escultor. Ha expuesto en Méjico, Nueva York y San Francisco. Se nos dice en su biografía —no hemos podido charlar con él porque a última hora canceló su viaje a Sitges anunciado para la inauguración— que es un apasionado de los deportes y ha sido campeón de lucha greco-romana.

La película de Juan Luis Buñuel nos presenta a una familia, al parecer, unida y feliz. Dos hijos, un niño de unos ocho años y una chica quinceañera. Habitan en una gran casa donde no tardan en ocurrir extraños fenómenos. Parece que los objetos entran en una lucha contra el orden y la paz. Amenazan a las personas. Los electrodomésticos de la cocina hieren gravemente a un invitado. Un equipo de la televisión acude a la casa para realizar un reportaje. Más fenómenos misteriosos, más obstrucciones y ataques a la integridad física de las personas presentes. Los hechos se justifican en el reino de lo sobrenatural. La violencia desencadenada en la casa llega a través de una médium que transmite a los objetos su sentimiento de revuelta contra la situación establecida.

El filme está realizado con soltura salvando algunos baches en los que la acción pierde fuerza y entra una cierta morosidad, pero el clima de terror resulta original porque Buñuel lo ha expresado en contraste con un medio normal de luces, de ambientación, de relaciones. Y el impacto de los trucos resulta válido. En este filme, muy poco explicativo, los fenómenos extraordinarios, diríamos, tradicionales, se manifiestan en un mundo abierto. La película tiene en algunos momentos «ecos buñuelescos» situaciones o circunstancias que nos recuerdan escenas de Buñuel, padre. Y una ironía sutil qua da el tono por donde asoma el fino ingenio del realizador. Buena la Interpretación de los principales actores que intervienen en el reparto. Jean Marc Bory, la encantadora Yasmine Dahm, Michel Creton; la lástima es que Françoise Fabian apenas interviene. Desaparece en la segunda parte de la cinta, cuando ésta se adorna de un aire de encuesta con el más allá, muy encomiable. Buen comienzo, en suma, para la semana de Sitges.

El filme de Estados Unidos «Malatesta's Carnival of Blood» de Christopher Speeth presenta una situación repetida hasta la saciedad. En un parque de atracciones un terrible personaje tiene su cohorte da monstruos que le ayudan en el asesinato llegando incluso a devorar en vivo a sus víctimas. Una joven pareja intenta huir, vencer a los monstruos, pero no lo logra.
Suena la técnica del filme de Speeth. Buena, la iluminación, correcto el clima. Pera los tipos resultan muy forzados. Y los hechos son demasiado repetidos dentro de su barroquismo inconcreto, para que el público conserve el interés a lo largo de la cinta. A pesar de la categoría técnica y de la corrección interpretativa de los numerosos actores que componen el reparto de personajes repulsivos.

La mejor película que hemos visto en las dos primeras jornadas sobre todo si nos referimos a un cine tradicional, sólido, sin sorpresas y en un clima que ya fue encontrado por los antiguos cineastas cultivadores del género, ha sido «Creeping Flesh» dirigida por Freddie Francis e interpretada en sus principales pápeles por dos actores Lee y Peter Cushing.

No nos cansaremos de loar la buena calidad de las cintas inglesas de misterio y terror. «Creeping Flesh» es una cinta de corte clásico, perfectamente desarrollada, cuidada en los menores detalles. Un científico halla un esqueleto que resulta ser el del diablo. El hecho se descubre cuando uno de los dedos cobra vida al intentar lavar la pieza en el laboratorio. El científico cree que si trata a los seres violentos con un suero a base de la sangre del diablo, conseguirá la paz en el mundo. Logra todo lo contrario y comenzando con perder la tranquilidad en su casa. La hija tratada con el suero, se convierte en un ser peligrosísimo. Las fuerzas del mal se desatan. La mano de Francis es firme durante todo el filme. Una perfecta coordinación entre los episodios y la consciente labor del cámara hace que la atención del espectador queda cautiva durante toda la proyección.

Vimos también ayer Las garras de Lorelei, filme español de Amando de Ossorio interpretado por Tony Kendall y Helga Line. Película que acaba de estrenarse en Barcelona por lo que voy a extenderme poco en su comentario. Pero puede decirse en líneas generales que Las garras de Lorelei es un filme logrado en algunos momentos de impacto, bien resuelto en cuanto a truculencia. Pero de poca calidad en lo que se refiere a sus diálogos y con inexplicables baches de guión.

Todas las películas que hemos visto durante las dos primeras sesiones venían en versión original. Para entrar de lleno en la Semana de Sitges hay que ser políglota.


Miercoles 3 de octubre de 1973

OTRA JORNADA BAJO EL SIGNO BRITÁNICO, CON UNA TRÁGICA HISTORIA DIRIGIDA POR SYKES

Sitges. (De nuestra redactora, enviada especial.) — Segunda jornada de signo favorable a la participación británica. En la sesión de anoche vimos «Demons of the Mind», dirigida por Peter Sykes. Una película de la Hammer, sello de prestigio en terror.


Los demonios, en el filme de Sykes, provienen de una degeneración mental de la familia. En el castillo del conde Zorn, dos hermanos viven prácticamente encarcelados. (...) El filme de Sykes entra de lleno dentro de la tragedia. Una historia de terror que se ajusta al sentimiento trágico shakespeariano. Incide en las reacciones psicológicas de los personajes y se justifica en relaciones anormales, perturbaciones psíquicas y temperamentales. Sykes ha sabido plasmar esta tragedia del terror en vibrantes imágenes. Tanto los exteriores como los interiores resultan plenamente convincentes y adecuados a la trama, así como la labor interpretativa. Paul Jones, Patrick Magee e Yvonne Mitchell, junto con la bella Gillian Hills, son los intérpretes del relato de terror dirigido con brillantez por Sykes, bajo guión de Christopher Witking.

Es obligado que la fantasía entre en el reino de la ciencia-ficción. Hungría, que no participaba el año anterior, presentó el filme de Tamas Fajor «La ventana del tiempo». En versión original y subtítulos en inglés. Beata Tyszkiewicz y Kristyna Nikolajewska en los principales papeles.

Un terremoto es la causa de que despierten unos seres humanos que han estado hibernando durante largo tiempo encerrados en una especie de ataúdes de cristal. Son cinco personas que cuentan su relación con el tiempo, la causa de su hibernación, y que han de obedecer a los robots que les han sacado de su letargo. Las aventuras de estas personas que quieren integrarse al mundo forman este relato que Fajor ha dirigido correctamente.

Como filme de anticipación «La ventana del tiempo» tiene calidad. Se utilizan buenos recursos y las reacciones de los personajes son convincentes dentro del tono de fábula futurista. La ambientación y el tratamiento de las situaciones resultan adecuados al tema. Una realización cuidada patentiza la pulcritud de la cinematografía del Este que, sin embargo, en esta ocasión, como en otras, hace gala de una cierta frialdad.

Este año participan en el certamen menos países con relación al año anterior. Son: Bélgica, Brasil, Canadá, Checoslovaquia, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia. Hungría, Inglaterra e Italia. (...) Hay una novedad en el certamen. La película de las diez y media de la noche se repite a la una de la madrugada para que un mayor número de espectadores pueda visionar estas cintas. El Festival sigue su marcha, y la verdad, hasta el momento las cintas exhibidas no tienen alto valor terrorífico. Ya sabemos que los caminos del terror son muy variados y, al parecer, los realizadores cuyos filmes hemos visto los dos primeros días no son partidarios de las emociones fuertes. ¿O es que uno llega a saturarse después de la lluvia de vampiros, monstruos y espíritus malignos que cae sobre nuestras pantallas?


Jueves 4 de octubre de 1973

HUMOR NEGRO CANADIENSE A BASE DE BELLAS CANÍBALES

Sitges (de nuestra redactora enviada especial). — «Tres eran tres, las muchachas caníbales.. Y ninguna era fea». Así podría comenzar el cuento elaborado con humor negro que ha presentado Canadá en la cuarta jornada del festival. Jornada, por otra parte, desprovista de interés hasta la sesión de la noche.

«Cannibal Girls», de Ivan Reitman es un cuento que puede resultar de difícil digestión. Por las escenas que, entre bromas, se nos presentan. Al comienzo del filme aparece un aviso: los espectadores sensibles pueden apartar los ojos cuando oigan el oportuno sonido. Y abrirlos al sonar la campanilla. El que avisa no es traidor.

Filme original, bien resuelto, en cuanto la técnica, ajustando en su diálogo a la intención de aunar lo terrorífico al humor. Con una notable interpretación de la pareja protagonista, Andrea Martin y Eugene Levy. Ocurre, sin embargo, que la cinta puede tomarse por el lado más truculento. O sea, si se desoye el sonido de la campana. Por otra parte, las escenas de las bellas caníbales en sus «grandes bouffes» pueden llegar a fastidiar la sensibilidad de los espectadores. Sobre todo si no se ha seguido el tono humorístico de los diálogos que disipa el posible mal efecto de algunas situaciones.

Pero la estructura del fime es sólida y ya de entrada se acredita en el interés por el impacto de las primeras escenas. (...) Reitman ha dirigido él cuento con soltura, cuidando bien la labor de los actores. Como dije, el diálogo, con su agudeza, disipa el mal sabor de algunas escenas capaces de quitar el apetito. En definitiva, lo que se pone en cuestión es la capacidad del espectador para adaptarse al juego macabro.

Brasil el año anterior participó con «Esta noite encarnarei no teu cadáver», de José Mojica. En esta ocasión, repite. Repite Brasil y lo hace también José Mojica. Sin mayor fortuna en cuanto a la reacción del público. Porque el filme de Mojica «O estranho mundo do Ze do Caixáo» tiene una escritura muy burda, un desarrollo que no emociona al espectador a pesar de su gran truculencia. La cinta de Mojica ha dejado la impresión de muy poca consistencia en cuanto a a labor del realizador, a pesar de que la dea podía haber tenido buenos valores cinematográficos por su contenido. El filme se divide en tres «sketch», que nada tienen en común desde el punto de vista argumental. «O fabricante de bonecas», «A tara» y «A ideología».


Un cine muy escabroso, sin agudeza, que no contiene los principales elementos que en su género deberá tener para que resulte una producción capaz de ser tomada en serio. Lo cierto es que el cine de terror, que tiene tantas posibilidades en cuanto a su contenido, se presenta, en general, por lo que aqui estamos viendo, sin intención de decir algo nuevo, con poco afán renovador y demasiadas repeticiones. Esperemos que podamos variar en este criterio en los días que todavía faltan para cerrar el certamen.

El festival despierta interés y mueve a gran cantidad de publico. Diezmada la estación en la bella población veraniega —que da ejemplo de pulcritud, amistad al forastero y estimable sentido artístico—, la atención general se ha desplazado de lo turístico a lo cinematográfico. El comentario está en la calle, en el bar, en la estación. En definitiva, el espectador de aquí es reincidente año tras año y colabora con los entusiastas organizadores del festival en que el nombre de Sitges sea conocido internacionalmente.


Viernes 5 de octubre de 1973

HISTORIA DE UN PSICÓPATA, ATRACTIVO PROFESOR DE EDUCACIÓN FÍSICA, NUEVO FILME USA

Sitges. (De nuestra redactora enviada especial.) — A las chicas les gusta Tab Hunter. En el filme de Curtís Hanson «Sweet-kill», Eddie, el profesor de educación física. En otros tipos de educación, Eddie está en mantillas. Aunque es apuesto y se lleva a las chicas de calle no puede cumplir como un hombre y va y las mata.

La película de Hanson se nutre de la trayectoria mental de Eddie —a un nivel muy primario, o sea de movimientos, de expresiones— de sus reacciones en el medio en que vive. Los encuentros del profesor acaban, a menudo, fatalmente. Los asesinatos se producen de un modo súbito en escenas que se presentaban bajo un signo contrario. De ahí su título «Dulce matar».

La película, presentada por Estados Unidos, se convierte en la última parte en filme de suspense. (...) La penúltima escena es muy clásica en el filme de terror. (...) A pesar de su corrección, de la buena labor interpretativa de Tab Hunter «Sweet-kill» queda como un filme sin relieves. Por su enfoque resulta reiterativo. Sin que ello quiera suponer que Hanson haya fallado en la resolución de las situaciones, incluso aquellas más comprometidas resultan con vincentes. Ha colocado en primer plano al personaje —la cámara se acerca en todo momento a los protagonistas, hay en la cinta muy pocos planos generales — pero no logra que el espectador vibre con el problema mental de Eddie, sino que sigue con indiferencia la aventura.

«Lady Frankenstein» es una cinta presentada al festival con pabellón italiano pero en versión inglesa. Director W. Welles, principales intérpretes Joseph Cotten y Rosalva Neri. Cotten trabaja con responsabilidad profesional pero pronto muere a manos del monstruo que ha creado. La hija continúa la obra del padre, porque es doctora y cirujano. (...)

La película resulta poco convincente del principio al final. Aunque se hayan resuelto bien algunas «papeletas» como el despertar del primer monstruo, queda como un filme vulgar, una aventura de historieta, nadie es capaz de creer que Tania sea una doctora titulada ni que Cotten tenga alma de Frankenstein. A pesar de su buena voluntad, el veterano actor parece no un creador de monstruos, sino un astronauta retirado que se divierta realizando experimentos apasionantes.

lady frankenstein b

Entre informativas y no informativas constan cinco películas españolas en programa. Hablé de «Las garras de Lorelei» , no lo hice de dos informativas «Las vampiras» de Jesús Franco, motivo de que se luzcan bonitas muchachas, y «El retorno de Walpurgis» de Carlos Aured película con hombre lobo. En general, el cine de terror español es comercialísitno. O sea no apto para tratarlo bajo un punto de vista artístico. Aunque vaya por el camino de superación. Pero ayer, en fase no competitiva se dio «El monte de las brujas» de Raúl Artigot, que pertenece al ciclo fantástico. La película fue comentada como una obra bien resuelta, que se desenvuelve en un clima adecuado y bien Interpretada. Principales figuras John Caffari y Patty Shepard.

Artigot, pues, ha convencido con este filme que en principio no constaba en el programa como informativa. Un colega portugués, que conoce bien los temas de brujería en cine, me hablaba con entusiasmo del filme de Artigot. «Con la canadiense, lo mejor que ha pasado por el festival hasta ahora».

Se encuentra aquí la secretaria de la F.I.A.P.F., ya que el Festival de Sitges está reconocido por tal entidad internacional. Situación que comporta un rango pero también unas exigencias y objetivos a cumplir. Otros rostros famosos aparecen por el Retiro —donde se proyectan las películas— o se descubren en uno de los numerosos bares, cafeterías o «pizzerias» que hay en Sitges, población de vida nocturna aun a estas alturas de la temporada. Ayer vi a Michel Piccoli, el actor francés que actualmente rueda con Berlanga. Piccoli es siempre actualidad por su valor profesional y ahora, un poco referencia de filme sorpresa, por su participación en el reparto de «La grande bouffe», el filme de Ferreri.

Sábado 6 de octubre de 1973

«SILENT NIGHT, BLOODY NIGHT», EPOPEYA NORTEAMERICANA DEL TERROR

Sitges (De nuestra redactora, enviada especial.) — A la hora de escribir esta crónica sólo los miembros del jurado han visto todos los filmes. De modo que, cuando el fallo se haga público, todavía nos quedará por ver la última película: «Malpertuis», de Harry Kumel, con Orson Welles y Susan Hampshire, que se presenta de antemano como una importante realización. Pero a la penúltima jornada no le faltó calidad. Me refiero a «Silent Night, Bloody Night», de Theodore Gershuny. Un filme de Estados Unidos que prestigia el cine de terror.
(...)
Gershuny ha realizado con «Silent Night, Bloody Night» una epopeya del terror. La escena del primer asesinato es de antología, capaz de turbar las sensibilidades más acostumbradas a las escenas violentas; por ejemplo, aquellas de los espectadores de Sitges ahora. La escena merece un sobresaliente en realización y varios rombos por su extraordinaria violencia. Dudo que pasara una censura de las que apuntan sus tiros en este sentido.

La película está muy bien realizada. Gershuny mueve a sus personajes como piezas de ajedrez sin dejar el clima de angustia que se conserva tenso durante todo el filme. Sólo le basta apretar las tuercas en los momentos cumbres, cuando la mano asesina cumple su sentencia.

«Silent Night, Bloody Night» ha elevado el tono del Festival, en la penúltima jornada. La labor consciente del realizador se apoya en la pericia de la cámara y en la buena labor interpretativa de los actores. Son en los principales papeles, James Patterson, Mary Woronov, Astrid Heeren, Patrick O'Neal, que dan en todo momento la medida de los personajes.

El pobre conde Drácula no puede reposar en su tumba. Los realizadores tejen continuas aventuras en torno del truculento personaje. También a León Klimovsky ha tentado el tema. Y de su mano llega otro filme español La Saga de los Drácula. Berta, nieta del conde Drácula, ha estado ausente del castillo largo tiempo. Regresa acompañada de su marido y es perando un hijo. Pronto se da cuenta de que el clima del castillo es misterioso y que los personajes que le presentan resultan extraordinarios. El marido de Berta se aclimata al ambiente pero no así la pobre joven que acaba por comprender que pertenece a una familia de vampiros y está rodeada por ellos. (...)

Como podemos advertir, el argumento no puede ser más truculento. La idea principal es válida dentro del «draculismo». La interpretación correcta, como corresponde a los actores que componen el reparto. Berta es Tina Sainz, el conde Drácula, Narciso Ibáñez Menta. El marido de Berta, Tony Isbert. Figuras que han de dar vida al cuento sangriento que, la verdad, no ha convencido totalmente en cuanto a su realización.

También hay premio para cortometrajes. Entre los que hemos visto hasta ahora, destaca «La rebelión de los juguetes» un corto checoslovaco de Hermina Tyrlové. Quince minutos deliciosos de una trama ingenua que Tyrlové ha plasmado en encantadoras imágenes, resueltas con brillante técnica, «La rebelión de los juguetes» dirige, con gracejo, un ataque contra el nazismo y el espíritu totalitario. Vimos también otro cortometraje muy interesante, que presentaba Italia. «La cabina», de Bruno Bozzetto, original filme que patentiza un humor de primera línea, y una inspirada labor de Bozzetto, autor también del guión. Y ahora, a esperar los premios.



En anteriores entregas de esta serie:
1967 - Sitges Año Cero
1968 - Sitges Año Uno
1969 - Sitges Año Dos
1970 - Sitges Año Tres
1971 - Sitges Año Cuatro
1972 - Sitges Año Cinco

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