20.6.09

GÓTICO INDIE




A Dash Shaw lo conocí como lector con La boca de mamá, un experimento contundente, duro y carente de cualquier atisbo de humor. De hecho, no parece que este autor esté mucho por lo del hacer sonreír, ni siquiera un momento. Y aún así, siendo yo persona que agradece la concesión por parte del autor de alguna ironía o ligereza coñona, puedo decir que Ombligo sin fondo (Apa Apa, 2009) me ha encantado. 700 páginas de tebeo, nada menos; también con su experimentación gráfica pero sin que eso se convierta en motivo (o lastre), sino al contrario, todo al servicio de una familia que se reúne para intentar comprenderse al mismo tiempo que digiere el divorcio de los padres, ya en la tercera edad. Gótico indie porque la casa toma relevancia casi fantasmal (el peso de la vida y el recuerdo, ya saben: incluso las lececitas de Navidad guardadas en una caja hacen sudar a los protagonistas) y porque, al fin y al cabo, esta novela gráfica se circunscribe a lo que yo llamo la Gran Depresión del tebeo alternativo norteamericano. Y es que a nadie escapará que las nuevas generaciónes, los hijos del underground, no son, precisamente, la alegría de la huerta, y que han dejado por el camino la búsqueda de la carcajada presente en Crumb o Bagge, o incluso en Clowes si me apuran y cambian el jajajá por una sonrisa cómplice. Pero insisto en que Ombligo sin fondo, pese a carecer de esa virtud, la trasciende quizás porque no se atañe a un único protagonista deprimido (que es la tónica, normalmente autobiográfica) sino a seis o siete, incluyendo una niña con jersei de Carlitos o un inadaptado con diseño antropomórfico. Quizá trasciende, también, por el primor de su narrativa visual, que me seduce cosa mala. Punto y a parte merece la excelente edición de Apa apa... y sus cojones al editar un tebeo como este.

Nota: entrevisté a los responsables de APA APA hace cosa de un mes y para Cabaret Elèctric. Pueden escucharlo aquí.

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