8.5.09

TEBEOS PRECODE: ATERRORIZANDO EL AMERICAN WAY OF LIFE (PARTE DIEZ)

Crime Punishment 69 (1954)

En entregas anteriores de esta serie conocimos la seminal cabecera Crime does not Pay, editada por Lev Gleason, y continuamos con las docenas de tebeos que explotaron su éxito. Obviamente, Lev Gleason no se quedó de manos cruzadas ante la proliferación de competencia y tardó bien poco (1948) en sacar su propia exploit, Crime and Punishment (que como ven tomaba directamente su nombre de Dostoyevski). Arriba tienen la portada de uno de sus últimos números, el 69, publicado en 1954. En la ilustración vemos a una pareja a bordo de un coche a punto de estrellarse contra un tren. El contenido de la historia se avanza en el recuadro de texto inferior, y es bellísimo: Alocados chicos drogados y coches tuneados ¡Muerte sobre ruedas!

From Danger 4

En la entrega dedicada a localizar contenidos violentos o contundentes en los tebeos de superhéroes de la Golden Age vimos una divertida historieta en la que Yankee Boy se enfrentaba a un grupo de maleantes dedicado al cultivo de marihuana. La temática de la droga no fue extraña a los tebeos precode, y son muchas las historietas en las que aparece, aunque lógicamente es en los Crime Comics donde fue más habitual. Arriba tienen la splash page del cuarto número de Danger (Comic Media, 1953); la historieta se titulaba directamente Marijuana y estaba protagonizada por una patrulla de frontera enfrentada a un grupo de narcos mexicanos. Como ven, las cosas no han cambiado mucho en 50 años, aunque ahora tenemos la certeza de que si hay narcos mexicanos es porque hay demanda al otro lado.

Aquí tienen la portada del tebeo en cuestión, donde llama la atención la presencia destacada de la palabra Marijuana (también me seduce el toro desbocado en la doma, quizá fuera el animal el adicto). Resulta curioso comprobar como el Comic Code no prohibe expresamente la temática o la palabra droga (y derivados), aunque queda implícita. De hecho, el primer gran desafío al código de autocensura se produciría en los número 96 a 98 de Spider-man (1971), en la célebre trilogía sobre la adicción al LSD por parte de Harry Osborn Jr.


Crime Mysteries 2 (b) 1952

Lo cierto es que todas las historias sobre droga tienen un elevado contenido moral. Quien la prueba se despeña directamente a la degradación y el sufrimiento. Son, por tanto, lecciones sobre los peligros de la droga, pero eso no excluye momentaneas visiones de glamour y diversión. Arriba tienen una viñeta procedente de la historieta Campus Crack-down (Crime Mysteries #2; Trojan, 1952), sobre el tráfico de drogas y en la universidad en la que una estudiante decide comprar porros de marihuana para llevar a una fiesta (¡en Elm Street!).

Crime Mysteries 2 (a) 1952

Y sí, el guateque es la repera. Hay que destacar también el carácter pre rock'n'roll de la imagen, recuerden que es 1952.

Perfect crime 18

Menos gozosas son las imágenes relacionadas con las drogas duras. La portada de The Perfect Crime #18 (Cross, noviembre de 1951) muestra a un policia irrumpiendo en una habitación en la que tenemos por un lado a un drogadicto enajenado amenazando degollar a una moza con un cuchillo, y por el otro a un compinche herido en pleno mono, con los útiles sobre la mesa.

White Dead  (Lawbreakers 4, 1951)

The White Death (La muerte blanca), historieta publicada en Lawbreakers #4 (Charlton, 1951) y que pueden descargar aquí, es modélica en cuanto a que su argumento es el típico del subgénero. De la viñeta inicial de arriba destaca el texto introductorio, detallista e incluso morboso, o las ilustraciones de monstruos, muerte y horror que acompañan al adicto (por cierto, el diablo de la izquierda es tope Ditko).

International enemy number one (from Wanted 13, Toytown

El vínculo droga-horror también está presente en esta otra splash page procedente del número 13 de Wanted Comics (Orbit, 1948). De hecho, el vínculo acude directamente a una imagen del infierno y del diablo (icono en el que ya hemos centrado la atención por aquí en un par de ocasiones). También destaca el título de la historieta (centrada en el consumo y adicción a la heroína): el enemigo número uno internacional. Tras la lucha contra el facismo, guerra contra la droga (aunque el comunismo tomaría rápidamente el relevo).

From Wanted 013 (Toytown)

De esa misma historieta procede este panel de dos viñetas. El heroinómano como psicópata que estrangula muchachas con el robo como móvil. Luego intercambia los pocos dólares conseguidos por papelinas.

Teen age dope slaves

Uno de los tebeos clásicos de la época con la droga como protagonista es Teen-age Dope Slaves (Adolescentes esclavos de la droga), primer y único número de Harvey Comics Library (1952), en el que se narra con todo lujo de detalles el infierno que vive un estudiante que se inicia con los porros y acaba enganchado a la aguja. 32 páginas de comprimidas viñetas con sus monos, sus sobredosis, rehabilitaciones, recaídas y la pérfida presencia de un traficante que no le deja tranquilo.

Overdue

Viñeta del mismo tebeo, que de hecho ya reseñé por aquí al estar incluido en la antología Teen-age Dope Slave and Reform School Girls, editada por Eclipse hace ya un par de décadas. De todas formas, el tebeo original pueden descargarlo aquí al estar libre de derechos.

True Crime 3

Portada, excepcional, del True Crime #3 (Magazine, 1947), en cuyo interior se encuentra la más famosa de todas las historietas pre-code sobre drogas: Murder, Morphine and Me!

Murder morphine splash

Asesinato, morfina y yo estaba realizada por el gran Jack Cole (el creador de Plastic Man) y narraba, en primera persona y a modo de confesión, la historia de Mary Kennedy, una muchacha que a través del consumo de drogas llegaba a formar parte de una banda mafiosa. La historieta, sobre la que se ha hablado mucho, la subí al blog hace tiempo en una deficiente versión procedente de una reedición con efectos 3D.

Murder morphine (eyes)

Wertham hizo muy popular una viñeta de la historieta, tremenda, en la que se amenaza a la protagonista con clavarle una jeringuilla en el globo ocular. El pie de foto que acompañaba la imagen rezaba lo siguiente:
"A sample of the injury-to-the-eye motif"
y en el interior del ensayo recordaba algunos casos de violencia ejercida sobre el ojo. De hecho, el ojo (y la visión, y lo ocular) era un tema recurrente en Wertham, que como psiquiatra entendía el potencial, icónico y subconsciente, del órgano de visión humana en un medio tan visual como el comic. De hecho, el matrimonio entre ojo y terror, o entre ojo y violencia, es indisoluble y capital para la ficción subcultural por infinitas cuestiones. La escena de la historieta, por cierto, no es real sino una pesadilla.

(Continúa en parte once)

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