3.4.07

Simpsonario (DLII)

Serie

Una serie es un tipo de programa televisivo de ficción que consta de un determinado número de episodios caracterizados generalmente por tener una unidad narrativa independiente cada uno de ellos, pero constar en todos ellos de los mismos personajes principales. En la actualidad las series pueden ser de dos tipos: los sit-coms o comedias situacionales de entre 20 y 30 minutos de duración, y las teleseries o dramas, de entre 50 y 60 minutos de duración. Una serie, como los Simpson, consta de hechos que en la narración carecen de continuidad, de desarrollo temporal, de evoluciones en el carácter, sicología y actitud de todo los personajes. La primera temporada de los Simpson está fechada en 1989 y se emitió en Estados Unidos a partir del domingo 17 de diciembre de 1989 por la tarde (el llamado prime time) en el canal de televisión Fox, entonces cuarto network estadounidense después de la NBC, ABC y CBS. Anteriormente, entre 1987 y 1888, los Simpson aparecieron como cortos integrados en el programa El Show de Tracey Ullman. A estos cortos, divididos en cuatro épocas (siglas progresivas MG0, MG1, MG2, MG3, MG4) con un diseño primitivo de marcado estilo underground (muy diferente de los Simpson actuales), se tienen que sumar otros trabajos fuera de serie, desde entonces y hasta hoy, casi siempre de tipo publicitario como Videos Misicakes, spots de Butterfinger y diversos maateriales,a muenduo publicitarios (todos con la sigla MC). Finalmente los Simpson son definidos como serie de animación; sin embargo, se trata de un término inexacto como lo era el serial, por lo menos en la acepción televisiva de producciones de lo real. No es una serie sitcom arquetípica, al margen de ser animada, porque estas parten en la mayoría de los caoso de un estatus quo inicial al que se regresa en cada episodio. Tampoco son el caso contrario, una soap opera en la que los episodios son abiertos y unidos entre sí por reenvíos temáticos del pasado y a veces del futuro. Éstas, como las series, se basan en personajes fijos, pero en este caso prevalecen los clanes familiares (Dinastía, Dallas) donde caracteres, sicologías y actitudes cambian con el tiempo y donde existe incluso una lenta alternancia de personajes mayores y menores. Realmente no existen serial de dibujos animados, porqué todos, incluso los anteriores a los Simpson, están incluidos más en un discurso de serie.

NOTA-APUNTE que es también FE DE ERRORES:

Como ven, esta entrada está muy relacionada con la de ayer, serial, y casi podría hablarse de continuación. De todas formas, viéndola ahora creo que que hay un error garrafal: las soap opera encajan en el concepto de serial, las sitcom en el de serie, pero ayer me refería a serial como serie, por lo que creo que parte del redactado de la entrada "serial" es incorrecto al confundir serie y serial. Recordemos que uno de los recursos clásicos y casi por definición de estos últimos es el continuará final de cada episodio.

Los Simpsons tienen una complejidad extrema, y sólo hay que repasar algunas de las más de quinientas entradas subidas ya al simpsonario para percatarse de ello. Una de sus características seria, pues, que son una serie que acude al serial, cuando ambos son, en principio, términos contradictorios según los esquemas estándar. Los simpson juegan terriblemente con los estándares televisivos y se recrean con ellos. La amnesia de Burns respecto a Homer, a quien parece conocer por primera vez en cada episodio, es también una burla posmoderna al estatus quo que define el concepto de "serie televisiva" de la misma manera que acude en ocasiones al lado contrario, el del "serial televisivo", para dar continuidad a situaciones traumáticas (la muerte) o pequeños detalles que son guiños al asunto. Precisamente, y no por casualidad, dos extremos: del pequeño detalle a la bomba argumental que marca el futuro.

Precisamente ayer, en Frunoflick, me/nos regalaba un excelente y fogoso post donde se apuntan numerosos detalles sobre ese complejo equilibrio de los Simpsons para con diferentes formatos televisivos y la continuidad que les caracteriza. ¡Gracias Fruno! Mañana lo releeré de nuevo, que es largo y jugoso y quiero comentarlo con calma. Y ahora les dejo que doña absenta y yo queremos finiquitar, con papel y lápiz en la mano, la segunda temporada y comenzar la tercera, que el tiempo de que disponemos para revisar las 17 temporadas es prieto y escaso. Cierro, pues, el Blog Ausente por hoy.

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